Videojuegos: Saque lo bueno

Ramón Clériga

Agencia Reforma

La aparición de las consolas de videojuegos ha hecho que se desarrolle la afición a ellas fácilmente, ya que no es imprescindible tener una computadora en la casa. Eso ha propiciado que: casi todos los niños y adolescentes jueguen asiduamente (es raro encontrar a un menor que no lo haya hecho nunca); empiecen a jugar antes de los 12 años; una gran parte de los adolescentes haya tenido algún problema por causa del juego, como dificultades escolares, discusiones con los padres y alteraciones de sueño.

El grupo más susceptible de ser enganchado es el de los que tienen entre 8 y 13 años, ya que al entrar en la adolescencia, aunque sigan jugando, comenzarán a interesarse en otras actividades si existe una socialización adecuada.

Lo Constructivo

Los videojuegos ayudan a los menores de varios modos: 1. proporcionan una mayor habilidad psicomotriz, es decir, la coordinación ojo-mano. 2. Aumentan los reflejos, ya que tienen que ser rápidos y eficaces. 3. Se estimula el razonamiento lógico y la capacidad de decisión, puesto que deben jugar con muchas variables a la vez. 4.

Puede mejorar la capacidad de retención por la vista y el oído, ya que tienen los dos tipos de información.

Estimula la memoria visual y auditiva. 5. En algunos juegos se utiliza mucha información que puede ser muy interesante.

Hay juegos de historia con los que el niño puede aprender mientras juega. 6.En ocasiones, también favorece la interrelación entre los niños cuando se juega entre varios; en algunos menores, que no tienen habilidades para otro tipo de juegos, como el futbol, esta actividad puede compensarlos y hacerlos sentirse más integrados al grupo.

Los Peligros

Hay que tener en cuenta que existen juegos que consisten en atropellar personas virtuales o matar a los “malos” en peleas o guerras. Uno de los mayores peligros del abuso o del uso de este tipo de juegos es fomentar posteriores conductas agresivas.

Muchos videojuegos tienen un marcado carácter sexista, lo que puede influir en la formación de los niños, al extraer de la realidad virtual la idea de que las mujeres son objetos pasivos, en tanto que el protagonista masculino es el fuerte o poderoso.

Un niño o niña que se expone durante muchas horas a los videojuegos puede tener consecuencias, como mayor hiperactividad.

Esto puede verse en un aumento de la actividad del sistema nervioso, con sudoración de manos, taquicardia y aumento del ritmo respiratorio.

Además, si el niño se acostumbra a ocuparse con estímulos tan fuertes, le resultará aburrido el trabajo escolar y puede perder la motivación por aquellas actividades distintas a los videojuegos.

¿Qué pueden hacer los padres?

Deben hablar de los aspectos perjudiciales.

Propiciar que el tiempo máximo de juego para un niño sea de una hora y mejor en periodos de 30 minutos.

Comprar videojuegos que involucren a varios jugadores para fomentar la relación con otros niños y que tengan temáticas variadas.

Evitar videojuegos de contenido agresivo, racista o pornográfico.

Si el niño tiene epilepsia, el menor tiene que estar como mínimo a 2 metros de la pantalla y con la luz encendida.