Viaje místico e histórico

Nohemí González

Agencia Reforma

La casa de la Reina de América no sólo recibe a quienes van a depositar fe y esperanza, sino también a quienes quieren conocer, a través de sus parroquias, capillas y jardines, el origen de la identidad de la raza mestiza y el inicio de un nuevo culto desde la que dicen fue su primera aparición en 1531.

La Nueva Basílica fue consagrada un 12 de octubre de 1976, cuando fue traslada la imagen de la Virgen a su nuevo altar. Destaca por su estructura redonda conformada por nueve puertas monumentales desde las que se puede ver la imagen de la virgen.

1. Realice un recorrido cronológico que comienza en la Antigua Parroquia de Indios, dedicada a Juan Diego, donde el silencio de la oración primera aún llama a los fieles, ya que ahí se conservan los vestigios de la primera ermita edificada por Fray Alonso de Montúfar, y donde el buen pastor vivió 17 años cuidando la casa de la Virgen.

Afuera de este recinto se encuentra un árbol de cazahuate, donde se dice que la Virgen esperó a Juan Diego mientras traía flores de la cumbre del monte.

2. La siguiente parada es la Capilla del Pocito, considerada una joya arquitectónica del esplendor del barroco y del neoclásico. Sus retablos bañados en oro resguardan una copia de la tilma de Juan Diego; el templo tiene también elementos mestizos, como el púlpito principal que tiene tallada la figura de un indio como pedestal.

Cuenta la historia que ahí nacía un manantial, al que los devotos le hallaron atributos curativos. El sacerdote Luis Laso de la Vega mandó construir en el siglo 18 una pequeña ermita como símbolo del milagro guadalupano en el que destacan cúpulas revestidas con pinturas de ángeles y querubines, símbolos marianos que aparecen en la Letanía lauretana (serie de alabanzas y súplicas ordenadas, repetidas y concordes entre sí).

3. El tercer punto alude a la Capilla de las Rosas, es sólo una columna de cantera con un ángel tallado. Este vestigio de una parroquia demolida recuerda que fue ahí donde la Virgen dispuso las rosas sobre la tilma de Juan Diego, mismas que llevó al obispo Fray Juan de Zumárraga, como muestra de su existencia.

4. A unos metros está el monumental Jardín de la Ofrenda, en el cual hay representaciones más claras de la cultura mexica, pues son personajes indígenas que ofrecen sus frutos, lanzas, plumas de quetzal y hasta a sus hijos a la Virgen Morena; mientras a los lados caen dos cascadas que simbolizan una a la cultura española y la otra a la mexica. Al centro hay un nopal que fue la señal que dieron los aztecas para establecerse. La obra fue creada por Antonio del Valle Talavera.

5. El siguiente punto es el Templo Expiatorio a Cristo Rey, nombre que le dio el Papa Juan Pablo II, y donde fue resguardada la virgen durante 267 años. El recinto fue cerrado por un hundimiento en el subsuelo que amenazaba con derrumbar la construcción, ante este peligro, fue construida la Nueva Basílica en el año de 1976. Aquí ocurrió la coronación pontificia de la Virgen en 1895.

La Nueva Basílica fue consagrada un 12 de octubre de 1976, cuando fue traslada la imagen de la Virgen a su nuevo altar. Destaca por su estructura redonda conformada por nueve puertas monumentales desde las que se puede ver la imagen de la virgen.

6. La siguiente parada es el Cerrito del Tepeyac, donde se dice que la Virgen se encontró con Juan Diego por primera vez y donde fue a cortar las rosas que le sirvieron de señal, pero también es el sitio donde los antiguos le rendían culto a la diosa Tonantzin, mediante sacrificios humanos.

Como los españoles derribaron el templo, la Virgen se apareció ahí, supuestamente, para reconciliar a los dos pueblos.

Cristóbal de Aguirre y Teresa de Peregrina, panaderos de la Ciudad de México, construyeron con sus recursos una capillita en 1666 hasta que el sacerdote José Mariano Montúfar presentó un memorial al arzobispo de México Juan Antonio de Vizarrón y Eguiarreta pidiendo la edificación de una nueva capilla.