María Silva
Agencia Reforma
Con el ácido acetilsalicílico o aspirina, como se le conoce comercialmente, hay que ser cuidadosos.
Es un fármaco del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), pero también tiene propiedades analgésicas, esto es, que reduce o quita el dolor en las cefaleas tensionales o dolores de tipo reumático, explicó Alfredo Cuéllar Valle, médico familiar.
“También tiene propiedades antipiréticas, lo que disminuye la fiebre”, agregó.
“Los efectos se deben a que inhiben la acción de enzimas COX-1 y COX-2, que forman parte de variados procesos celulares y fisiológicos, entre ellos interrumpir la formación de prostaglandinas, las cuales son mediadores de la inflamación, el dolor y la fiebre; es por eso su acción analgésica”.
Sin embargo, explicó, por ser un ácido, tiene impacto a nivel digestivo. Es irritante para la mucosa gástrica y puede producir desde náusea, vómito, ardor gástrico, hasta gastritis erosiva con sangrado del estómago; con heces negras o vómito de sangre.
Otro efecto secundario muy importante es que puede producir hemorragias por su efecto inhibidor en la agregación de las plaquetas, células que participan en la coagulación sanguínea.
Con una sola dosis que se tome de 80 miligramos es suficiente para inhibir la función plaquetaria de forma irreversible, por lo que ésta persistirá durante la vida de las plaquetas, aproximadamente de tres a siete días.
Cuando alguien va a ser operado, debe informar al médico que toma aspirina.
“En dosis mayores puede haber mareos, zumbido o chillido de oídos, llamados acúfenos y sordera. A esto también se le llama salicilismo” agregó Cuéllar Valle.
En personas alérgicas a los salicilatos puede presentarse desde ronchas y comezón, hasta edema de los labios, lengua, párpados o cara.
Por ejemplo, hay un medicamento para la diarrea y gastritis (Pepto Bismol) que contiene salicilato y provocará la misma reacción para un paciente alérgico a la aspirina, y ésta tampoco es recomendable para personas con asma porque en un porcentaje bajo, de 3 a 5 por ciento, puede agudizar la crisis de asma.
“En los niños puede producir un tipo de encefalitis, que es el síndrome de Reye, sobre todo en niños con infecciones virales, por lo que está ya contraindicado para la fiebre en los niños”, describió.
En intoxicaciones o sobredosis pueden aparecer síntomas neurológicos como excitación, alucinaciones, temblor, confusión o avanzar hasta convulsiones, pérdida de conciencia y muerte.
En la balanza
Según el médico familiar Alfredo Cuéllar Valle, tiene sus pros y contras.