Ser buen vecino tiene sus frutos

Agencia Reforma

Son tus vecinos y tu fuente más cercana de ayuda en caso de emergencia. ¿Los conoces?

El crecimiento de la población y la reducción del espacio han dificultado la convivencia a tal grado que la indiferencia ha tomado el lugar del interés, y la inseguridad, el de la confianza.

Antes era muy sencillo, no pasaba de tu ganado se pasó a mi territorio y con una cerca todo se arreglaba. El enemigo era el indio, comenta Carlos González, cronista e historiador. Ahora los problemas cotidianos van más allá y el vecino se convierte en enemigo.

De acuerdo con el cronista, la mala vecindad es circunstancial y está relacionada con la mala planeación urbana.

Entonces, ¿qué se necesita para regresar a esa sana convivencia? y más importante aún, ¿de qué sirve tener una buena relación con los vecinos?

Es fundamental que tengamos asociaciones de relaciones humanas y sociales en las que la gente se vincule y relacione en distintos niveles ante esfuerzos comunes, expresa José María Infante, sociólogo y catedrático de la UANL.

Esto implica no sólo crear lazos en condiciones de emergencia, sino hacerlo de forma permanente.

Las relaciones entre vecinos suelen ser más efectivas cuando se han desarrollado con tiempo y no sólo para la contingencia, expresa.

Pero esto parece ser imposible en una sociedad en que impera la desconfianza. De acuerdo con Infante, lo mínimo que alguien debe conocer de sus vecinos son los datos básicos de contacto, es decir, el número telefónico de la casa y tal vez algún celular para localizarlos.

Los problemas de inseguridad y desconfianza que vivimos entre vecinos muchas veces parten del mismo desconocimiento. Si se crea un sistema establecido de relaciones, entonces la gente empieza a conocerse y ayudarse en problemas comunes, expresa el catedrático.

La mejor forma de ganarse la confianza de los vecinos es a través de reuniones, en las cuales los miembros de la comunidad o colonia puedan compartir información y experiencias en un ambiente seguro.