María Silva
Agencia Reforma
La mayoría de las personas, en algún momento de su vida, presenta edema o retención de líquidos en ciertas áreas de su cuerpo.
Algunos culpan a la ingesta de ciertos alimentos, el calor excesivo o cuestiones hormonales.
Sobre todo las mujeres, quienes viven sus peores días cuando se les inflama el vientre antes o durante la menstruación, y las embarazadas sufren cuando los pies se les hinchan demasiado.
En ambas etapas, el edema es un estado fisiológico del organismo y no se considera una enfermedad, pero sí puede ser un signo de alerta para patologías más serias.
“El aumento de volumen se da casi siempre por cambios hormonales, como la menstruación y el embarazo”, explica Juan Francisco Torres, médico internista.
También se presenta después de una exposición solar, debido a la vasodilatación y enrojecimiento en el área afectada, pero también disminuye con el tiempo.
Jaime Mercado, también internista, agrega que la causa más común en el verano es el edema ortostatico, que es el acumulo de líquidos en el espacio intersticial de los tejidos por la acción de la gravedad, casi siempre es a nivel del corazón.
“Hay varios tratamientos, casi todos de sustancias naturales, como el castaño de indias, el gynko biloba, la diosmina, y la centella asiática”, explica Mercado. “Éstas aumentan el tono venoso, de tal manera que alivian los síntomas y disminuyen el edema.
“Lo importante es que el edema puede ser un signo de que en la mayoría de los casos algo anda mal, si no se está presentando un embarazo o la regla en las mujeres”, explica Torres, también geriatra. “Se puede palpar y medir en intensidad, ya sea leve, moderado o severo” Mercado señala que el edema ligero de la parte inferior de las piernas sucede en los meses cálidos, especialmente si se ha estado de pie por mucho tiempo o realizado largas caminatas.
“Los principales síntomas asociados a este tipo de edema son la sensación de piernas cansadas y pesadas, además de comezón, cambios de coloración o temperatura.
“También se puede favorecer la infección de la piel en esa área o problemas en la cicatrización de las heridas”, agrega Mercado.
Cuidado, corazón
Si el edema o hinchazón aparece por una patología, hay tres órganos que se involucran: riñón, corazón e hígado.
“El primer signo es que el paciente está reteniendo líquidos en la piernas, pero en ocasiones cuando va a consultar ya es un poco tarde, porque nos damos cuenta que trae insuficiencia renal crónica o insuficiencia cardiaca, y en el primer caso puede ser en fase terminal.
“La otra posibilidad, aunque menos frecuente, ocurre en pacientes jóvenes que, por lo general, consumen alcohol y aparece una hepatopatía que va progresando hasta convertirse en cirrosis hepática”, explica.
Otra causa menos grave es la insuficiencia venosa periférica, lo que se conoce como várices, que sucede entre los 55 y 60 años de edad.
“Las mujeres que han tenido varios hijos; trabajan de pie, caminan poco o traen factores hereditarios empiezan a tener disfunción en las valvas de las venas, que son pequeñas válvulas para que la sangre no regrese de la cabeza hacia los pies, y al pasar las horas las piernas aumentan su volumen, se ciñen las calcetas en los tobillos y el zapato difícilmente entra”, explica.
Otras causas
Aunque el hipotiroidismo es por causas hormonales, la retención de líquidos no es igual que en la menstruación y el embarazo, que desaparece al concluir cada periodo.
“En este caso sí es un signo muy importante que hay que revisar y ocurre en todas las edades, aunque antes de la adolescencia es menos común”, agrega.
El edema también se presenta por el uso constante de antiinflamatorios no esteroideos que pueden afectar el riñón o cuando se ingiere cortisona por prescripción médica.
“El único problema es en el adulto mayor, porque los familiares siempre culpan a la edad y, después de algunos meses, llegan con edema en las extremidades inferiores, cavidad abdominal y torácica o lo que se conoce como agua en el pulmón”, explica Torres.
“A este tipo de edema generalizado se le llama anasarca y es un denominador de varias enfermedades”, coincide Mercado, “ya sean renales, cardiacas. hígado, tiroides o desnutrición, entre otras”.
Por su parte, Torres agrega que el edema por desnutrición se aprecia en el niño o adulto mayor con abdomen abultado y las extremidades inferiores hinchadas.
“Con la pérdida de proteínas no se puede mantener el líquido adentro de los vasos sanguíneos y empieza a salir al espacio intersticial.
“Hay otras enfermedades muy específicas, por ejemplo, la artritis, que es el aumento de volumen en una articulación; aumento de color, se pone rojizo, y de la temperatura, además de la disminución del movimiento”, expresa Torres.
Prevención
Para evitar la retención de líquidos se debe cuidar la dieta y realizar ejercicio.
En cualquiera de los casos, ya sea por causas fisiológicas u orgánicas, lo principal es evitar el consumo de sal, que también se encuentra en enlatados y embutidos, sobre todo si hay diabetes e hipertensión.
“Aumentar el consumo de agua, si no se ha diagnosticado alguna enfermedad crónica, como insuficiencia renal o cardiaca, a dos litros diarios, y hacer ejercicio aeróbico rutinario”, agrega Torres. En cuanto a la dieta, aumentar el consumo de verduras y disminuir las carnes rojas son prioridad.
Con la postura también se puede prevenir el edema. Generalmente, la gente se la pasa sentada en su oficina, por lo que el especialista recomienda levantar las piernas 10 minutos cada hora al nivel de la cadera, para no afectar la gravedad de las piernas.