Niños con estrés escolar

Roberto Heras,

Agencia Reforma

Los niños también se estresan, pero, a diferencia de un adulto, no son capaces de reconocer ese estado. Por lo anterior, la psicóloga Elsa Ortiz Funes aconseja a los padres que estén al pendiente de la actitud física o emocional de sus hijos para apoyarlos en caso de ser necesario. “Un niño de 3 a 6 años no sabe cómo decir: “Oye mamá, estoy estresado” y, por lo tanto, lo representa a través de algunas acciones como dejar de comer, el no querer ir a la escuela, estar distraido en las tareas, no jugar o tener problemas para dormir”, detalló la especialista en la Clínica de Atención Psicológica Integral (CAPI). “En la parte corporal se nota cuando están muy irritables y constantemente les duele una parte de su cuerpo, como el estómago o la cabeza. Se enferman seguido”.

Situaciones como el nacimiento de un hermano, la muerte de un ser querido o el regreso a clases son algunos de los factores que lo detonan. “En ocasiones la ansiedad y el estrés de los padres se transfiere a los niños, por ejemplo, cuando entran a su primer día en el colegio y las mamás están llorando, allí hay una conexión emocional en donde el niño no aprende a frustrar ese sentimiento no tan agradable y el estrés empieza a surgir”, comentó Funes.

Cuando los pequeños no dicen qué sienten, se pueden generar problemas físicos -migrañas y alergias- o emocionales, como que sea intolerante. “Es muy recomendable que los papás ayuden a que el niño pueda expresarse poniéndole nombre a eso que está sintiendo y así tranquilizarlo, por ejemplo, decirle que está enojado por alguna situación”.

Se vale que el niño exprese sus emociones a través del llanto o el enojo. También ayuda abrazarlo o tomarlo de la mano para explicarle que todo está bien. Por otra parte, Peggy Decker, pediatra del Sistema de Salud de Mayo Clinic, asegura que una estrategia útil para relajarse es apoyarse en la respiración profunda, aseguró Decker.