Miguel Ángel González, cardiólogo de Clínica Vitro, señala la relevancia de este vital elemento cuyo consumo no debe rebasar los 5.6 gramos diarios.
La sal es indispensable para la vida, esto nos debe quedar claro, dado que interviene en una serie de funciones por lo que su ausencia puede matar a una persona.
La gente no puede vivir sin sodio, potasio, magnesio², dice.
Sin embargo, el consumo en exceso del sodio hace que la persona retenga agua y, en pacientes con hipertensión, puede causar daños vasculares².
Esto, enfatiza el especialista, puede llevar al infarto, al problema vascular cerebral o a un daño en los riñones provocando la temible insuficiencia renal.
La sal por sí misma, independientemente de si un paciente tiene o no hipertensión, puede provocar crecimiento del músculo cardiaco, lo que se le llama hipertrofia ventricular izquierda, lo que puede dañar su función, comenta González, quien apunta al cáncer de estómago como otro daño, aún no confirmado, que pudiera estar relacionado con el alto consumo de sal.
En las mujeres, en tanto, la ingesta excesiva puede favorecer también la osteoporosis.
¿Cómo es el daño que provoca el exceso de sal?
La sangre contiene células que transportan oxígeno, otras que llevan defensas y otras más que forman coágulos para cuando hay heridas, pero si se consume mucha sal esa cantidad de líquido aumenta y, al suceder esto, aumenta el volumen de arterias, lo que hace crecer la presión², expresa el cardiólogo.
El aumento sostenido de presión daña las arterias y favorece la formación de arterioesclerosis, endurecimiento de las arterias y la acumulación en sus capas media e íntima relacionadas con el colesterol. Esto causa que, además del endurecimiento, pueda haber una disminución del diámetro de las arterias².
Tanta sal
Ahora con los alimentos procesados y la comida rápida la sal está tan ampliamente distribuida en cualquier producto, que la gente debe hacer un esfuerzo mayor por no excederse, señala González.
La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos recomienda un consumo no mayor a los 5.6 gramos diarios, pero en Estados Unidos esta cifra llega al doble y hasta al triple. Por ello, dice, se debe ser tajante: el salero debe desaparecer de la mesa.
No de la vida
La gente se queja de que una comida sin sal no tiene sabor y hasta cierto punto tiene razón, pero se debe usar sal de manera limitada y, si se le quiere dar más sabor a la comida, usa las siguientes sugerencias:
1- Usa comino, laurel, pimienta o enebro, en fin, hierbas aromáticas.
2- Lee la información nutrimental de los productos para saber cuál tiene menos sodio.
Es que no hay alimento malo o bueno, lo que hay son malos hábitos y malas dietas.
3- Acudir a la revisión médica anual después de los 30 años o antes si se cuentan con antecedentes de problemas cardiacos en la familia.
Hay que prevenir. En los hogares hay que enseñar a los niños a que el consumo de sal debe ser moderado, debe haber ingesta, pero evitar el exceso; se debe procurar que los menores, en lugar de usar botanitas y comida chatarra, consuman frutas y verduras como snack.
Por otra parte, tomemos en cuenta que todos los refrescos embotellados, jugos y alimentos que vienen procesados ya traen sodio, incluso el yogur, porque la sal es un conservador, lo podemos ver en la carne seca.
El cardiólogo insiste en que la gente vuelva a las comidas tradicionales, pues por ejemplo las sopas enlatadas, en paquetes o acompañadas en su elaboración por el conocido cubito de consomé, aporta gran cantidad de sal.
Además, no hay que caer en la trampa de los productos que se promueven como sal vegetal. Es sal con vegetales, no es que sean verduras que sepan a sal.
El cardiólogo subraya que, aunque hay gente que genéticamente tiene una alta resistencia a la sal, hay otras que no.
No te excedas
ŸAlimentos chatarra
Cualquiera: por ejemplo, frituras y chicharrones de harina.
Recomendación: Sácalos de la dieta de los niños y ofréceles más frutas y verduras.
ŸComida rápida
Nadie dice que la elimines de la dieta semanal, pero consúmela muy eventualmente.
ŸEmbutidos
El salami, la mortadela, el jamón, la salchicha y el tocino. De nuevo va la
Recomendación: reducir la ingesta, dale variedad a los platillos. Y, sobre todo, no les ponga más sal de la que ya traen.
ŸCatsup, salsa de soya, pepinillos
Estos acompañantes tienen mucha sal. Usa poca.
ŸAgua mineral, refrescos
Sustituye por aguas naturales. En lo que se refiere a las bebidas energéticas o para deportistas, no se las des a beber a los niños. No hay necesidad. Si tu pequeño ha realizado mucho deporte, ofrécele una limonada con azúcar y una pizca de sal.
ŸCarne seca
La machaca es deliciosa, pero consúmela de vez en cuando, ya que el alimento fue conservado precisamente en sal.