Agencia Reforma
A esa persona, a quien le confiaste tus emociones, convicciones, tu familia y hogar y que un día decidió traicionarte dejándote un lastre de insomnio, deudas o lágrimas, ¿la perdonarías? Con el desconocido que entró violentamente a tu vida para llevarse tu integridad, salud, patrimonio o negocios, ¿te reconciliarías? Quienes te dañan pueden causarte desde una gripa o gastritis hasta un ataque cardiaco, pero sólo si tú abres la puerta y te encierras en la habitación de la venganza, dicen expertos. El Miércoles de Ceniza se presenta como una oportunidad de iniciar un proceso de perdón, de cara al tiempo litúrgico de la Cuaresma. Aunque dulce, la venganza altera las emociones, pues provoca ansiedad, irritabilidad y baja tolerancia, advierte Arturo Garza, presidente de la Asociación de Psiquiatría del Noreste. "El rencor puede liberar esteroides corporales o cortisona, que predisponen a alteraciones en la insulina, hipertensión, gastritis, colitis y hasta un ataque cardiaco". La migraña, insomnio, diabetes, tensión, depresión, niveles altos de colesterol y la acumulación de plaquetas, células que coagulan la sangre también son las monedas que cobra el placer de la venganza. Dora Trujillo, facilitadora de grupo de apoyo de la Escuela de Perdón y Reconciliación, señala que tras una ofensa, las personas crean un mito que alimenta la ira y esto afecta sus tres "S": — Sentido de vida, es decir, se pierde el amor a la vida, a ser alguien, a sobresalir. — Sociabilidad, la persona cree que ya no puedes estar con alguien porque todos la traicionarán. — Seguridad en sí misma, se diluye la autoestima. Quienes son ofendidos pueden atravesar cuatro etapas generales: son víctimas de una injuria, niegan el hecho, sienten deseos de venganza y perdonan. "Hay una frase que dice ‘no perdones demasiado pronto’. Tiene mucha razón, pues perdonar es un proceso. No es decir ‘acepto tu perdón’ y ya. Los procesos mentales y emocionales deben ajustarse adecuadamente". Entender las causas que motivaron al agresor es un proceso de humanización y justicia restaurativa, que también es parte del proceso de perdón, puntualiza Trujillo. El sociólogo colombiano Leonel Narváez Gómez, director de la Fundación para la Reconciliación, añade que justicia no es castigar, sino recuperar al ofensor. "Éste es el concepto de la justicia restaurativa". En la balanza de la salud y las emociones, el perdón demuestra tener más beneficios que la venganza, ¿te apuntas a la reconciliación?