Georgina Montalvo
Agencia Reforma
Investigadores de Croacia evaluaron lo que ellos denominan como dolor catastrófico, o un estado mental negativo exagerado en respuesta a un dolor real o anticipado, se informa en un reporte difundido por HealthDay.
En el estudio participaron cien personas con dolor crónico, 85 de sus cónyuges y 100 de sus hijos adultos primogénitos.
“Encontraron que las puntuaciones de dolor catastrófico de los padres predecían los resultados de sus hijos adultos, con independencia del nivel de dolor real experimentado por los pacientes adultos”, escribieron Suzyen Kraljevic, del Hospital Universitario de Split, y sus colegas en la investigación publicada en la revista International Journal of Behavioral Medicine.
De hecho, actualmente se cree que el dolor afecta a los hombres y a las mujeres de diferente manera por las hormonas masculinas y femeninas.
“Aunque las hormonas sexuales estrógeno y testosterona ciertamente juegan un papel en este fenómeno, la psicología y la cultura también pueden ser responsables al menos parcialmente de las diferencias en cómo los hombres y las mujeres reciben las señales de dolor”, explica el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos, de Estados Unidos.
Por ejemplo, los niños pequeños pueden aprender a responder al dolor basándose en cómo son tratados cuando experimentan dolor.
Algunos niños pueden ser mecidos y reconfortados, mientras que otros pueden ser alentados a ser fuertes y a descartar el dolor.
“Debido a que durante la infancia los padres son un modelo que imitan los hijos, es posible que los hijos utilicen las herramientas sociales y de comunicación que han observado en sus padres para manejar su propia angustia en un contexto similar”, concluyeron los investigadores quienes sugieren que “las familias podrían desarrollar un estilo cognitivo específico para manejar el dolor”.