Evite alergias de temporada

Natalia Vitela y María Fernanda Torres

Agencia Reforma

“Las alergias están presentes todo el año, pero durante otoño-invierno se exacerban por la polinización, la humedad en el ambiente, la reproducción de ácaros de polvo y los cambios de clima”, señala la alergóloga pediatra Tamara Staines.

“Rinitis, conjuntivitis, dermatitis atópica o asma son los padecimientos alérgicos más comunes”, advierte.

Ante cualquier molestia acuda con el especialista, incremente el consumo de cítricos, evite cambios bruscos de temperatura y extreme la higiene en casa a fin de mantenerlas libre de polvo, humedad y ácaros.

¿Rinitis o sinusitis?

La rinitis y la sinusitis son enfermedades que presentan síntomas similares, por lo que suelen confundirse, pero son distintas. De hecho, en algunos casos la primera determina la segunda.

La rinitis es la inflamación de la mucosa nasal, explica el alergólogo pediatra Carlos Báez Loyola, presidente del Consejo Nacional de Inmunología Clínica y Alergia.

Según el especialista, este padecimiento se divide en rinitis alérgica y no alérgica. La rinitis alérgica es la más frecuente y se presenta como una respuesta de la mucosa de la nariz ante factores del medio ambiente.

En términos generales se llama rinitis a aquella condición que no es infecciosa y generalmente es de índole alérgico; la sinusitis es un proceso infeccioso, ya sea bacteriano o viral, precisa Hernández.

“La mucosa de la nariz se infecta generalmente por bacterias, en consecuencia, la secreción en lugar de ser cristalina se vuelve amarillenta verdosa, es purulenta”, señala.

El alergólogo estima que un 20 por ciento de quienes sufren rinitis también desarrollan sinusitis por no tratarse adecuadamente. Los síntomas de la sinusitis son parecidos a los de la rinitis, es decir, hay escurrimiento nasal, estornudos frecuentes y producción de moco blanquecino. Pero, además, pueden añadirse síntomas como dolor en los pómulos y en la frente e incluso fiebre.

Conjuntivitis

“Al exponerse a los alergenos del medio ambiente, la conjuntiva (membrana delgada que cubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del globo ocular) puede reaccionar con una inflamación”, señala el oftalmólogo Jaime Torres Gómez.

Los síntomas son escozor, lagrimeo, enrojecimiento de los ojos, molestias a la luz o fotofobia e inflamación de los párpados, incluso secreción filamentosa como lagaña pegajosa.

Dentro de la recomendación está evitar tallarse los ojos y tener contacto con los alergenos. Para disminuir las molestias se sugiere usar fomentos de agua helada.

El tratamiento se basa en medicamentos tópicos aplicados directamente en la conjuntiva, antiinflamatorios y gotas antihistamínicas.

“En la mayoría de los casos con el tratamiento oftalmológico es suficiente, pero habrá algunos pacientes que requieran el apoyo de un alergólogo”, indica Torres.

Reacción en equipo

El tratamiento contra las alergias es un trabajo en conjunto entre diferentes especialidades médicas, ya que los médicos especialistas identifican el problema e inician el tratamiento. Una vez identificado, el paciente alérgico es canalizado con el alergólogo para que realice las pruebas de alergia y administre la vacuna (inmunoterapia).

“Conviene realizar las pruebas de alergias para identificar a cuáles alergenos es sensible el paciente, y reciba la vacuna adecuada, de forma inyectada o sublingual”, manifiesta Staines.

La función de la vacuna es lograr que el sistema inmunológico del paciente tolere los alergenos para que al tener contacto con ellos no lo manifieste como reacción alérgica.

“Las vacunas son el único tratamiento aprobado en el mundo para controlar las alergias de manera eficaz”, advierte.

“Debe quedar bien claro que los alergólogos son los únicos especialistas certificados y autorizados por la Secretaría de Salud para hacer las pruebas de alergias, identificar a qué es alérgico el paciente e iniciar la vacuna contra ello”, puntualiza la especialista.

El 80 por ciento de casos de asma es alérgico

Es una enfermedad crónica del sistema respiratorio causada por la inflamación de las vías aéreas, que se desencadena por factores ambientales como polen, polvo, moho, humo del tabaco, químicos o pelaje de algunos animales”, explica Staines, adscrita al Servicio de Alergia e Inmunología del Hospital número 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En el 80 por ciento de los casos, el asma es alérgica, siendo sus principales síntomas en quienes la padecen complicaciones para respirar, opresión en el pecho, tos y silbido dentro del pecho.

“El tratamiento tiene como objetivo evitar las sustancias que desencadenan los síntomas y controlar la inflamación de las vías respiratorias a través de medicamentos de control para prevenir ataques y medicamentos de alivio rápido para usarse durante un cuadro de asma”, menciona la experta del

Seguro Social.

Diferencias

Según la enfermedad, los síntomas son:

Rinitis alérgica

– Estornudos, muchas veces la nariz se tapa o gotea.

– Tos y secreción nasal.

– Picazón de ojos, nariz y garganta.

– Ojeras

Sinusitis

– Fiebre