Ellos también tienen un ‘tic-tac’ biológico

@- BylineAttribution:(Agencia Reforma)

Al hablar del reloj biológico sexual, voltear a ver qué hora es también es cuestión de hombres.

Cuando se pasan los 40 años llegan, lentamente, la pérdida de cabello y de masa muscular, el deseo sexual decrece, las erecciones ya no son tan firmes y, de acuerdo con algunos estudios, los espermatozoides pierden su fertilidad.

Mientras el tic-tac biológico del varón avanza, las capacidades físicas y sexuales inician su declive, no así su masculinidad, que entra entonces a una nueva y disfrutable etapa.

¿MÁS EDAD, MENOS HOMBRE?

Harry Fisch, director del Centro Reproductivo Masculino en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, dice que al reloj biológico masculino lo definen cuatro factores: cuánto semen eyacula, qué tan saludables son sus espermatozoides, el nivel de testosterona que presenta y la calidad de sus erecciones.

“Hombres con registros altos de estos factores son biológicamente jóvenes sin importar la edad, sin embargo, una degradación en la calidad genética de los espermatozoides es inevitable”, indica en su libro “The Male Biological Clock” (El Reloj Biológico Masculino)”, publicado en el 2006.

Después de los 30 años de edad, generalmente los niveles de testosterona (la hormona que se genera en los testículos) declinan cerca del uno por ciento por año, señala, lo que marca la llegada lenta de la andropausia, que implica la disminución del apetito sexual, la flacidez corporal y la dificultad de erección.

La andropausia es un concepto paralelo al climaterio femenino, en el que también, durante un proceso de varios años, en las mujeres disminuye la producción de hormonas sexuales y que comúnmente se confunde con menopausia, que implica la última menstruación.

Pero, en el caso de un hombre sano, no todo se ha ido, señala Juan Gutiérrez Gamboa, presidente del Colegio de Urólogos de Nuevo León, quien difiere con Fisch en cuanto a la pérdida de fertilidad en los espermatozoides a través de los años.

“Es probable que una persona muy mayor tenga muy poco semen, pocos espermatozoides, pero todos nuevos”, comenta el también catedrático de la Facultad de Medicina de la UANL.

“Una persona de 80 años puede tener un hijo normal con una mujer joven, por supuesto, porque los espermatozoides viven 40 días, se van y llegan otros nuevos. Ahí está Anthony Quinn”.

EDAD DE PLACER

A Antonio, de 56 años de edad, le ha pasado por la mente utilizar productos como viagra o M Force, pero teme exponer esta necesidad al preguntar por él en una farmacia, a sus amigos o al consultar con un médico.

Es el reflejo de una cultura en la que la eyaculación y erección están sobrevaloradas. El hombre está muy instalado en ser el proveedor del orgasmo, en dar placer a su pareja, dice Karla Urriola, directora del Centro Regiomontano en Sexología, A.C.

“Aunque también a veces las mujeres están muy instaladas en ‘es que es mi pareja, me tiene que dar placer’”, observa.

La sexóloga educativa y clínica asegura que la mayor parte de quienes acuden a su consulta son precisamente hombres. Quieren volver a responder sexualmente a la pareja, como antes.

“Notan estos cambios y vienen solicitando una ‘reparación’ del cuerpo. Cuando nos metemos a trabajar aspectos emocionales que pudieran ocasionar estos cambios, no quieren, están muy centrados en que tienen que seguir ‘funcionando’”.

En la andropausia hay condiciones biológicas que se pierden, pero se ganan otras, afirma, pues mientras en la juventud el orgasmo está asociado a la eyaculación, en la vejez el placer puede ser más prolongado.

“Por ejemplo, en la edad mayor, así como el placer tarda en llegar, también tarda en desaparecer. Es como el llenado de una presa, si tarda en llenarse, tarda para bajar. En los jóvenes no ocurre esto”.

Esta etapa es una oportunidad de entablar un diálogo y pensar cómo vivir y disfrutar el climaterio de ambos, recomienda la especialista.

Para Luis Antonio Botello, subdirector de Sensibilización de Género del Centro Nacional de Equidad y Género, es importante analizar el concepto que se tiene de sexualidad y no valorar a la juventud como la única etapa disfrutable.

“Si miras tu cuerpo de muchas maneras para dar y recibir placer, entonces al aspecto de la erección le descargas de angustia.

“Vas a vivir ya como adulto mayor de una manera distinta el hecho de que fisiológicamente no tengas la erección”.

La clave, un estilo de vida sano

Cierto es que los hombres con padecimientos como diabetes pueden ver mermada la poca capacidad sexual que quede en la edad adulta, sin embargo, el panorama no es desalentador si se siguen las recomendaciones médicas desde que se detecta la enfermedad.

Si llevaron un tratamiento adecuado para controlar la diabetes, la vida en pareja puede transcurrir tan normal como cualquier persona sana a esa edad, señala el endocrinólogo Óscar Flores Caloca.

“Menos de la mitad es a los que les pasa (dificultades con la libido). Un paciente bien controlado no va a tener problemas de este tipo”.

Por el contrario, si una persona fumó o bebió en exceso en su juventud, o no hizo ejercicio, seguramente presentará más dificultades en su vida sexual mayor. ¿Estás listo para esta nueva etapa de tu vida?

MICRO/

Programa tu reloj

Los expertos coinciden en que los hombres pueden prepararse para disfrutar el camino a la andropausia:

* Abre tu masculinidad a una sexualidad que no se base sólo en la erección y la eyaculación. El cuerpo es un mar de sensibilidad.

* En una relación sexual, la tarea no recae solamente en el varón. Libérate de esa “responsabilidad”.

* Controla tu estilo de vida. El alcohol, las drogas y el cigarro cobrarán la factura cuando menos lo esperes.

* Sigue los tratamientos indicados en caso de padecer una enfermedad crónico-degenerativa como diabetes o hipertensión arterial.

* Recuerda que andropausia o climaterio masculino no solamente afecta lo sexual, también puede haber deterioro en los huesos, depresión y problemas circulatorios. Manténte alerta a señales de este tipo y consúltalo con tu médico.