Tania Cacique

Agencia Reforma

Las cajetillas no mienten: “Fumar puede causar cáncer y aún no existe cigarro que reduzca los riesgos a la salud”. Sin embargo, la advertencia parece no ser suficiente.

Para los mil millones de fumadores que hay en el mundo, que un cigarro y su bienestar físico se consuman al mismo tiempo puede ser lo de menos. Aunque, apelando a la vanidad, quizá el asunto cobre importancia al saber que, así como la ceniza cae, la cabellera también puede hacerlo como consecuencia de la adicción a la nicotina.

Desde hace tiempo es sabido que el tabaco atenta contra la belleza, y que las arrugas prematuras son tan sólo una señal de las agresiones que éste produce a la estética corporal; pero estudios recientes demuestran que la acción del monóxido de carbono y la nicotina también afectan negativamente la apariencia capilar y el daño va más allá de la temprana aparición de canas.

Expertos de la Universidad Nacional de Taiwán analizaron a 740 hombres de entre 41 y 90 años del condado de Tainan con factores hereditarios de alopecia para saber si el tabaquismo puede agravar y acelerar la calvicie.

Tras estudiar cada caso, concluyeron que, así como los genes están directamente relacionados con el riesgo de padecer calvicie, la adicción al tabaco también.

Entre otras razones está que el fumar incrementa la producción de andrógenos en el cuerpo, como la testosterona y el DHEA, que a su vez tienen efecto sobre los folículos y matan a las células encargadas de originar las fibras pilosas.

Los resultados, publicados en Archives of Dermatology, además señalan que en los adultos con antecedentes familiares de alopecia, el consumo de cigarro representa un aumento en las posibilidades de quedarse calvo.

El tipo de consumo, la cantidad actual de cigarrillos que se fuman y la intensidad del hábito desempeñan papeles importantes en el desarrollo de la alopecia androgenética moderada o severa, escriben los expertos.

No sólo los hombres

La causa principal de la caída de cabello es de tipo androgenética, es decir, producida por la actuación de los andrógenos, que son las hormonas masculinas, explica el sitio mundodebelleza.com.

Ésta suele ser más usual en los hombres, pero hoy se ha convertido en una problemática de algunas mujeres, comenta la dermatóloga.

¿Siempre hay remedio?

Dependiendo de la patología, es decir, si se trata de una alopecia cicatrizal a consecuencia de un padecimiento crónico, si no se da un tratamiento a tiempo se destruye el folículo piloso y queda como una cicatriz sin cabello, señala la dermatóloga. “La situación es que una vez que el padecimiento ya no está activo, se pueden hacer cirugías por áreas e implantar pelo.

“Sin embargo, existen champús especiales para la caída del cabello, que también son de gran ayuda, así como ampolletas y mascarillas que brindan un masaje al cuero cabelludo”.