(Agencia Reforma)
Esa primera vez que viste a tu hijo y lo tomaste entre tus brazos, el impactante paisaje de tus últimas vacaciones, lo bella que se veía tu esposa el día de su boda. Estas memorias llegaron a tu mente gracias al sentido de la vista. ¿Qué pasaría si una enfermedad como la diabetes o un accidente te arrancara de pronto la capacidad de ver?
En esta situación están 5 mil 439 mexicanos que esperan un trasplante de córnea. Todos esperan un acto fortuito de generosidad anónima. De los 11 mil 437 pacientes en espera de un órgano, sólo por encima de la córnea están quienes requieren un riñón para seguir con vida: 5 mil 619 personas. El resto espera un corazón, un hígado, un pulmón y médula ósea. La gran demanda de riñón y córnea se debe, entre otros factores, a que la población mexicana padece enfermedades como la diabetes, de acuerdo cont la OMS, que a la larga provocan fallas renales o de la vista.
LA OPORTUNIDAD DE DONAR
Si bien es cierto que para que se dé una donación de órganos como el corazón, se requiere de una muerte específica -la cerebral-, para donar tejido como córneas no se requiere de este tipo tan complejo de muerte. Y es que existen, principalmente, dos tipos de donación: la de órganos como pulmón, corazón, riñón, corazón, hígado, que es la que se puede dar cuando se diagnostica muerte cerebral, y la de tejidos como córnea, hueso, tendones, que se da cuando alguien muere de un paro cardiaco. También hay dos tipos de donadores:
-El cadavérico, es decir, el paciente con muerte cerebral diagnosticada o el que falleció por paro cardiaco, y el donador vivo, la persona que dona un riñón o médula ósea a un familiar o amigo con quien es compatible.
Quien muere de una enfermedad o de causas naturales, a excepción de pacientes con enfermedades virales, hepatitis, leucemia, herpes y algunos tumores malignos, puede convertirse en donador de córneas. “Solamente el 1 o el 2 por ciento de las personas vamos a fallecer de muerte cerebral. Es un tipo de muerte muy específico.
Al resto de nosotros se nos va a parar el corazón”, explica María José Sebastián, coordinadora de trasplantes. Donar tejidos, como la córnea, es mucho más sencillo que donar un órgano, comenta Alejandro Valdés, director del Centro de Trasplantes Multiorgánico del Hospital San José ¿La razón? Además de que el procedimiento médico de extracción es mucho más sencillo, la familia del potencial donador entiende y se sensibiliza con más facilidad, pues sabe que su ser querido ya falleció, a diferencia de quien tiene a su familiar con muerte cerebral, conectado a aparatos que mantienen su corazón vivo, pero su cerebro muerto. Sin embargo, a pesar de que miles de personas fallecen en el año ), existe un déficit de donadores de córneas.