CINDY ARRIOLA
La Raza del Noroeste
Mientras compra los libros para el primer trimestre de estudios en la Universidad de Washington, Crystal Rivera de 18 años, aún no puede creer que fue aceptada como alumna. El próximo miércoles 30 de septiembre será su primer día de clases.
“Es irreal, estoy contenta pero a la vez nerviosa,” dijo Rivera. “Los sueños y las aspiraciones de mis padres están puestas sobre mi.”
Ella es la primera persona de su familia en lograr una educación universitaria. Su ambición es graduarse con una doble carrera, en biología y psicología. Ella dijo que le gustaría trabajar en el sector de servicios humanos o tal vez hasta ingresar a la facultad de medicina. Nacida al este de Washington en Sunnyside, su padre fue uno de los primeros lecheros de Mabton. Al emigrar al oeste del estado, su madre se dedicó a ser ama de casa mientras su padre trabaja en la construcción.
“No he recibido ayuda de mis padres para llenar solicitudes porque ellos nunca han pasado por esto…pero he recibido el apoyo de ellos,” dijo Rivera. Durante el último año de preparatoria, Rivera dijo que su familia pasó por problemas financieros. Con cinco hermanos, a Rivera se le hacía difícil pensar en una educación universitaria. Esto la desanimaba y pensó en dejar su educación para ponerse a trabajar. Pero ella dijo que se dio cuenta que no tendría futuro, que no habría oportunidad de avanzar. Siempre había visto que sus padres luchaban por llevar comida a casa, viendo esa situación Rivera decidió reforzar sus metas y buscar una buena educación.
El interés por la Universidad de Washington aumentó, cuando llegaron representantes de la Universidad a la preparatoria donde asistía Rivera. Por medio del “Dream Project”, un movimiento de la Universidad donde mandan consejeros a las escuelas con índices altos de estudiantes latinos. Ahí se les explicó el proceso de admisión, como financiar su educación y se contesta cualquier otra pregunta que el candidato tenga.
El número de estudiantes latinos que han aplicado a la Universidad este año ha incrementado por un 17 por ciento, a comparación del año pasado, según Karl Smith, director asociado de admisión. Los estudiantes que aplicaron a la universidad de “community college” también subió un 20 por ciento. Las cifras de alumnos que entrarán a la Universidad aún no han sido confirmadas.
“Hemos visto un crecimiento en las solicitudes de los latinos del valle de Yakima,” dijo Smith. “La reputación de la Universidad, los recursos, el hecho de que es una institución de investigación y el programa de “Husky Promise”, son algunas de las razones porque muchos aplican para ingresar.”
Rivera es una estudiante del “Husky Promise”. Este programa ayuda a pagar la educación de los alumnos de escasos recursos. Para ser elegible el alumno debe ser aceptado a la Universidad, debe completar la solicitud de ayuda federal para el estudiante (FAFSA) y calificar. El balance restante, después de recibir ayuda federal, lo costeó este programa. Este dinero no se paga de regreso porque es una beca
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que se les otorga.
“Cuando me inscribé en la Universidad fui a visitar el campus, hablé con gente que había ido a esta universidad, y me gustó mucho,” dijo Rivera.
La Universidad de Washington también tiene un programa especial llamado Esperanza en Educación. Este programa es auspiciado por la oficina de asuntos de minorías, e invita a estudiantes latinos que viven al este y oeste de Washington, y que estén en su último año de preparatoria, a visitar el campus por dos días. A los alumnos participantes se les da estadía. La conferencia incluye talleres interactivos, visitas a los diferentes departamentos académicos de la Universidad. Se les provee información sobre becas y préstamos estudiantiles.
La oficina de asuntos de minorías, provee servicios que ayudan a los estudiantes latinos. La ayuda se le ofrece a los alumnos de primer año hasta los alumnos que buscan una maestría o doctorado. Entre los servicios que se ofrecen está el de apoyo académico, consejería en buscar ayuda financiera mediante becas o préstamos, y también actividades sociales y culturales. A los aplicantes se les ofrece asistencia para llenar solicitudes, talleres y seminarios informativos.
“Mis padres siempre me han animado, me han dicho que puedo ser mejor que ellos, aunque no me puedan apoyar con dinero me apoyan emocionalmente,” dijo Rivera. “Este año formare parte del “Dream Project”, me gustaría llegar a la población hispana y informarles.”
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Para mas información sobre inscripciones y becas se puede comunicar con Carlos Gonzalez, (206)685-3033 o ayudando@u.washington.edu