El próximo Martes toma posesión de su cargo el nuevo Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en un evento histórico que el mundo sigue paso a paso. Será la primera vez que un hombre Afro Americano asume el cargo más importante del país, es histórico, y es emocionante. El mundo es ahora distinto, y la prueba está en este suceso; la calificación de personas como buenas o malas, aptas o ineptas, acertadas o incorrectas, básandose en el color de su piel, empieza a extinguirse. Gran parte del ?mundo civilizado? ya acepta la diversidad como algo positivo e interesante, que aporta a la riqueza de la sociedad, y el cambio Presidencial lo confirma. Quienes somos inmigrantes en este país sentimos particular esperanza por este hecho tan significativa; el padre de Obama es extranjero, lo que de algún modo dá esperanza sobre las oportunidades que pueden y van a tener nuestros hijos aquí. No cabe duda que, aunque el Presidente Obama enfrenta tremendos retos, lo hace apoyado por la esperanza de una mayoría que está dispuesta a seguirlo y apoyarlo, porque sabe claramente que recibe un país en crisis. Pero por otra parte, no se puede olvidar la salida, por la puerta trasera, de George Bush, como Presidente del país. Usualmente es la historia la que mejor juzga a los mandatarios mundiales, opiniones dadas durante su tiempo de gestión muchas veces no ven todo el panorama. Pero hay cosas que quien haya vivido en este país durante el gobierno Bush vá, en gran mayoría, a aceptar como ciertas. El país queda peor de como estaba, la calidad de vida se ha desmejorado para la mayoría; eso es un hecho que no se puede negar o esconder. Y son claras las razones, la distracción enorme de una guerra cuestionable que no logró realmente su objetivo, Irak; la imposición de las decisiones sin diálogo, vetos Presidenciales; los numerosos errores de la burocracia estatal, Katrina. La lista es larga y dolorosa. Pero ha terminado, y ahora podemos por lo menos disfrutar de la esperanza, y tratar de ayudar a este hombre joven e inteligente, tanto que no importó su color, a que mejore el país para el bien de todos. Suerte, al nuevo Presidente de este País