Por Sandra Maqueda

Queridos amigos lectores, esta semana aprendí mucho sobre el Autismo, esto debido a que el pasado 2 de abril se celebró el día internacional sobre la concientización del Autismo, una fecha que para mí al menos había pasado desapercibida hasta ese momento. Resulta que desde el 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para poner de relieve la necesidad de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, para que puedan llevar una vida plena y gratificante como parte integrante de la sociedad. Y después de saber eso, me di a la tarea de averiguar mas sobre el TEA que para empezar ni siquiera sabía que significaban esas siglas, y para los que pudieran estar igual que yo les aclaro que es Trastorno del Espectro Autista.

Algo que me sorprendió mucho saber es que existen diferentes niveles de Autismo y que eso dificulta que muchos padres de familia logren detectar a temprana edad este trastorno neuropsiquiátrico como le llaman los especialistas, y es que de hecho es en los primeros tres años de vida cuando se manifiesta el Autismo clásico, sin embargo, como les mencione en un principio existen personas que presentan síntomas mas leves y es allí cuando muchos padres no logran identificarlo. Antes que nada, quiero comentarles que aún no se conoce una razón exacta o cual es la causa real del autismo, pero es probable que tanto el factor genético como el ambiental, desempeñen un papel fundamental en esta enfermedad. Es algo así como jugarse un cara o cruz, puede ser que te toque o no y nunca sabrás con precisión por que callo ese lado de la moneda.

Lo cierto es que ha aumentado el número de personas diagnosticadas con trastorno del espectro autista, aunque, también cada día se sabe más sobre esta condición a la vez que se busca sobre todo la inclusión de estas personas con TEA en nuestra sociedad, ya que por ignorancia en muchas ocasiones los excluimos por que creemos que son seres enfermos, locos y mal de la cabeza. La verdad es que estas personas pueden llegar a ser independientes y valerse por sí mismas dependiendo del caso, sobre todo cuando son diagnosticadas y tratadas a temprana edad. Para muestra basta un botón, Albert Einstein un genio de la Física, no aprendió a hablar hasta los tres años, aun que hay quienes dicen que no fue sino hasta los cinco, durante su infancia era muy introvertido y se mantenía alejado del resto de los niños de su edad. Sin embargo, hoy es considerado uno de los científicos mas grandes de todos los tiempos.

Tengo la confianza de que esta columna será de gran ayuda para todos los padres de familia y para los que aún no lo son, pero piensa serlo, y en general para todo mundo. Estamos acostumbrados a señalar, juzgar, rechazar y hasta burlarnos de estos niños o adultos repito por ignorancia, por falta de información. Así que aquí les dejo algunas de las señales o síntomas, que pueden ayudarles a detectar cuando un niño tiene Autismo que como ya mencione, generalmente se manifiesta durante los tres primeros años de vida, y se caracteriza por: no balbucea ninguna palabra al año de edad, no señala ningún objeto hasta los 12 meses, no responde a su nombre, no pronuncia palabras hasta los 16 meses, o frases de dos o más palabras hasta aproximadamente los dos años, no establece un contacto visual correcto, alinea de manera excesiva los juguetes u otros objetos, no sonríe ni muestra receptividad social. Si tu hijo o hija presenta una o más de estas conductas, llévalo lo ante posible con un especialista por que el pronóstico será peor en aquellos que no sean capaces de hablar de manera comprensible antes de los 5 años, cabe mencionar que la evolución de la enfermedad depende de cada persona; algunas necesitarán asistencia cuando sean adultas, mientras que otras conseguirán vivir de manera independiente.

Otro dato relevante es que este trastorno lo pueden presentar individuos de cualquier raza y cultura, y con diferentes niveles socioeconómicos. Sin embargo, la incidencia en niños es cuatro veces mayor que en niñas. Lo mejor es un diagnóstico precoz, y ya se dispone de medios para detectar este trastorno antes de los 24 meses de edad. Una intervención a tiempo, apropiada e intensiva, mejorará el pronóstico de los menores con autismo. Actualmente, existen diferentes programas educativos y de comportamiento para tratar al niño autista, que incluyen actividades constructivas y ayudas visuales que resultan útiles. Debemos ser más consientes y adoptar medidas para concienciar a toda la sociedad, incluso a nivel familiar, sobre la situación de las personas con autismo por que todos somos uno.