Todos Somos Uno

Por Sandra Maqueda

Es bien sabido que en los últimos años la tecnología ha resultado ser una herramienta muy poderosa en muchos sentidos hay quienes la usan para hacer el bien así como aquellos delincuentes que se aprovechan y la usan para hacer fraudes lo cual resulta ser muy peligroso. Les cuento una de mis anécdotas más desagradables que me ha dejado una gran lección. Y es que aunque yo misma me la paso advirtiendo al público que no se deje engañar esta vez me tocó a mí. Aun me pregunto cómo pudo suceder y la respuesta es simple, si te agarran descuidado(a) o en tus cinco minutos de debilidad, estas perdido.

No quiero que nadie pase por esta situación tan desagradable por eso les explicare paso a paso como fue que estos bandidos pudieran entrar a mi sistema de la forma más descarada y con mi autorización. Resulta que hacía varias semanas atrás cuando intentaba entrar a internet aparecía en mi monitor una ventana con un mensaje que decía error de acceso y sistema contaminado por un virus. Acompañado de la imagen una voz de mujer me decía exactamente lo mismo que aparecía escrito en dicha pantalla de color gris. En un principio pensé, es solo un spam seguido de eso reiniciaba mi computador, esperaba unos minutos y listo todo marchaba normalmente. Sin embargo esto comenzó a aparecer constantemente y de manera más frecuente. Un día ya cansada de esta situación me detuve a leer detalladamente el mensaje que aparecía ahora cada 20 minutos y este tenía un número de “apoyo al cliente” supuestamente de Windows.

Ya cansada y como les dije al principio descuidada y en mis cinco minutos de debilidad llame para saber que estaba pasando, inocente de mi porque en ese momento estaba dando el primer paso para permitir un ataque cibernético. Me contesto un hombre joven aparentemente por la voz y con un acento hindú, me hizo algunas preguntas básicas como que estaba haciendo cuando apareció esta ventana y hacia cuanto estaba pasando, después de contestarle el hombre me dijo que sabía lo que estaba sucediendo y que me podía ayudar a resolver el problema, me dijo que mi computadora estaba infectada por un virus y que tenía que contactar inmediatamente a mi departamento de tecnología ¡ojo! aquí fue donde comenzó todo. ¿Cómo sabían si era una computadora de una empresa y no una personal? No lo sabían, solo estaban lanzando el anzuelo.

Este pelafustán me dijo que había 23 hackers con acceso a mi computadora y que tenía que cerrar dicho acceso reparando mi IP, aquí otra clave, cuando yo conteste y ¿cómo hago eso? le demostré a este estafador que yo era vulnerable y que estaba en sus manos. Seguido de esto me menciono que la información de las tarjetas que había usado para hacer pagos desde esta computadora, estaban en riesgo y que para evitar un mal uso podíamos poner un candado en lo que llegaba la asistencia de mi equipo técnico, “tenemos que hacerlo inmediatamente” fueron sus palabras. Para ese momento creí ciegamente en lo que me decía. Entonces me pidió que en mi buscador escribiera la siguiente dirección: www.fastsupport.com (lo escribo solo para que no lo usen por ningún motivo) y que siguiera las instrucciones para descargar un programa por medio del cual me ayudarían a bloquear a los supuestos hackers. Cuando me di cuenta estos es descarados ya habían entrado a mi sistema y tomando el control de mi cursor pudieron acceder a todos mis archivos. Cuando quise apagar la computadora ya era demasiado tarde porque al volver a reiniciarla ellos mismos ya la habían bloqueado. Inmediatamente actué, cambie las claves de mis cuentas y llame aun técnico y esta vez la libre. Una lección que jamás olvidare y que espero les sirva a ustedes también.