¿Su hijo duerme mucho?

Andrea Brown

The Daily Herald

No se preocupe si su hijo parece zombie con cara de sueño, que se tambalea por la puerta de la escuela en la mañana.

Está cansado.

“El biorritmo de los adolescentes es diferente. Ellos tienen que encajar en un mundo de adultos y además ir a la escuela a las 7,” dijo el Dr. Eduardo Jacobs, pediatra de la Clínica de Everett en Lake Stevens.

“En un mundo óptimo, en la adolescencia, se iría a la escuela desde el mediodía hasta las 6 de la tarde y la hora de dormir serían las 2 am”

Pero, dijo, hay una diferencia entre el cansancio y la fatiga normal, en serio.

El cansancio es básicamente un síntoma de “la agenda tan ocupada”. Los adolescentes siempre están ocupados en la vida de la escuela, deportes, trabajo y la socialización.

“La fatiga es algo más que ‘estoy cansado’”, dijo Jacobs. “Se puede sentir cansado, pero aún así ser capaz de seguir adelante.”

La fatiga tiende a interferir con las funciones diarias.

“Los padres tratan de definir en qué momento debe estar preocupado?” dijo Jacobs. “Le digo a la mayoría de los padres, no importa qué, usted conoce a su hijo mejor que nadie, así que si usted está preocupado, consulte a un médico.”

Jacobs dijo que la fatiga y los dolores de cabeza son los síntomas por los cuales se visitan más a los médicos cada año, que cualquier otro síntoma crónico, en este rango de edad.

Las razones de la fatiga son a menudo el resultado de la interacción de causas físicas, emocionales y de la situación.

Las causas más comunes: Alcohol y otras drogas. Depresión. Los trastornos del sueño. Las infecciones y los síndromes post-infección de mononucleosis y otros virus. Reacciones a los medicamentos, anormalidad en el funcionamiento de la tiroides. Trastornos de la sangre, como anemia o leucemia.

Puede ser difícil determinar las razones de la fatiga, dijo Jacobs, pero un examen y análisis de laboratorio, pueden ayudar a iniciar el proceso de eliminación.

“Incluso si no puedo decirles lo que es, puedo decirles lo que no es”, dijo. “Esto a menudo es muy tranquilizador para los padres.” “La otra buena noticia: Con el tiempo, los adolescentes superan el agotamiento y se convierten en adultos agotados”.