EL PASO, Texas (AP) — Si la violencia del narcotráfico en México se extiende a Estados Unidos, las autoridades de Seguridad Interior tienen un plan de contingencia para ayudar a las regiones fronterizas a combatirla.
“Se trata de una extensión de nuestro trabajo continuo con nuestros colaboradores estatales, locales y tribales, con base en el sentido común, para proteger la frontera del suroeste”, dijo Amy Kudwa, vocera del departamento.
El secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, quien describió esta semana el plan de contingencia en una entrevista con el diario The New York Times, dijo que ordenó estructurar planes específicos a mediados del año mientras la violencia seguía intensificándose en México.
El plan contempla que los agentes federales de Seguridad Interior ayuden a las autoridades locales, e incluso menciona apoyo militar del Departamento de Defensa, entre el que podrían incluirse aeronaves, vehículos blindados y equipos especiales para acudir a zonas abrumadas por la violencia, señalaron las autoridades.
Kudwa no dio detalles sobre el plan porque esa información es “sólo para uso oficial”. Pero señaló que éste no contempla crear alguna autoridad nueva.
En el último año, más de 5.000 personas han muerto por la violencia relacionada con el narcotráfico en México, donde la policía y los militares se han vuelto blancos comunes de los ataques de los carteles que luchan entre sí y contra las autoridades en busca del control de las rutas de traslado de estupefacientes.
Más de una quinta parte de esas muertes ha ocurrido en Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas.
Las autoridades en México reportaron unos 1.600 muertos en Ciudad Juárez durante el 2008, y al menos 20 personas han perecido en los primeros nueve días de este año.
A la fecha no ha habido una propagación significativa de la violencia en México hacia el otro lado de la frontera, pero las autoridades estadounidenses han pasado un año tenso, observando los hechos en su vecino del sur.
En octubre, las autoridades del condado de Hidalgo repartieron armas automáticas a los agentes que patrullaban el río Bravo, que divide a los dos países. El alguacil Lupe Treviño autorizó también a sus fuerzas responder a cualquier ataque desde el otro lado de la frontera por parte de traficantes u otros delincuentes.
En El Paso, considerada una de las áreas metropolitanas más seguras en el país, el alguacil Richard Wiles dijo que aunque no prevé que la ciudad o el condado sean abrumados por la violencia, ve con buenos ojos el plan de Seguridad Interior para responder con celeridad si ocurre lo peor.
“Considero apropiado que el gobierno federal tenga un plan de contingencia que contemple el peor escenario posible”, dijo Wiles.