Se vuelven ambiciosos

Por HEATHER CLARK

ALBUQUERQUE, Nuevo México, EE.UU. (AP) — Estevan Rael-Gálvez tiene grandes proyectos para el Centro Cultural Hispano Nacional: becas para investigaciones y emprendimientos artísticos y una fundación que examinará los temas relevantes para los latinoamericanos de todo el país.

Rael-Gálvez, nativo de Nuevo México y quien asume la dirección del centro el 25 de julio, quiere que la institución sea un foro donde los hispanos de todo el mundo puedan contar sus historias, que celebre su cultura.

También cree que el centro puede ampliar sus investigaciones a través de la internet.

“Quisiera que esto se convirtiese en un importante centro de investigaciones y análisis de políticas a nivel nacional”, declaró Rael-Gálvez a la AP. “Si uno tiene alcance nacional, puede abocarse a los temas de repercusión nacional”.

Rael-Gálvez es el historiador oficial de Nuevo México desde hace ocho años. El Centro es un complejo de 20 hectáreas (51 acres) construido en el 2000 a un costo de 60 millones de dólares. Se encuentra entre el río Bravo y el viejo Camino Real, que comunicaba las colonias españolas, y es probablemente la institución cultural abocada a temas hispanos más grande del país.

Rael-Gálvez quiere que el centro desempeñe un papel activo en el debate en torno a lo que representa ser hispano en el siglo XXI.

“Este es un sitio en el que podemos ayudar a lograr el objetivo trazado por el presidente (Barack) Obama de crear una unión más perfecta analizando qué representa esta comunidad a nivel nacional”, manifestó. “Deseo que la gente de Miami, de D.C. (Washington) o de donde sea venga al centro a ayudarnos en esta tarea”.

El centro cuenta con espacios para artes escénicas, galerías para artes visuales y otras instalaciones, pero la cantidad de visitantes mermó ligeramente el año pasado en relación con el período entre julio del 2007 y junio del 2008, en que hubo 266.000 visitantes.

Rael-Gálvez considera que se puede triplicar esa cifra.

Quiero superar ampliamente esa cifra y que cuando miremos hacia atrás, digamos ‘¡qué poca gente atraíamos antes!’ -expresó.

Es un objetivo ambicioso para este hijo de un pastor de ovejas y una maestra de escuela primaria de Costilla, pueblo del norte de Nuevo México.

Rael-Gálvez dice que tratará de inculcar los valores que le transmitió su abuela, quien hablaba español y siempre ponía un plato extra en la mesa para visitas inesperadas.

Sus padres le enseñaron el valor de la sustentabilidad y la importancia de la educación.

“Esos son los valores más importantes, preocuparse no solo de la gente a tu alrededor sino de los que vinieron antes, y de preservar lo que hicieron”, manifestó.

Su energía rindió dividendos en la oficina del historiador estatal, donde creó un portal digital con más de 500.000 documentos, videos, historias orales e imágenes, al que tiene acceso el público en general, no solo los académicos.

La oficina costeó además 60 becas de investigación de uno o dos meses y un programa de pasantes. Rael-Gálvez estima que los hispanos deben comprender que no son una cultura monolítica, sino que se han mezclado con las culturas de los nativos americanos, los afroamericanos y los europeos que dan forma a Estados Unidos, y que se puede rastrear sus características a sus países de origen.

El historiador quiere escuchar las historias de los puertorriqueños, los cubanos, los dominicanos y otros latinoamericanos. “Todos cuentan”, afirmó. “Todas esas experiencias nos revelan algo acerca de lo que representamos como nación”.