Sophia Vackimes, Oficina de Gestión de Emergencias, Ciudad de Bellevue
Comenzamos este año con la sorpresa de que el número telefónico 911, ese contacto telefónico tan confiable para emergencias de pronto dejara de funcionar. Esto sucedió no solamente en grandes secciones del Estado de Washington, sino en varios estados de la nación. Fue necesario que el público hiciera llamadas directas a los servicios de emergencia para conseguir ayuda. En este país, desde que la edad temprana hasta los adultos se nos repite constantemente “si tiene una emergencia llame al 911”, y de pronto dejó de funcionar.
Este número comunica a un sistema por medio del cual se filtran miles de llamadas diarias a jurisdicciones y localidades, desde donde se despachan servicios de emergencia como ambulancias, bomberos, policía u otros servicios de primera instancia que brindan asistencia inmediata. El día 27 de diciembre la mayoría Washington se quedó sin servicio, alarmando a los coordinadores de emergencia y dejando a los millones que habitamos el estado sin servicio. Durante las próximas once horas no sería posible llamar al 911 para pedir ayuda, era necesario marcar los números de policía y bomberos locales para acceder a socorro local.
Según las estipulaciones del contrato que el Estado de Washington tiene con la compañía encargada de la transmisión de las llamadas, Century Link, tenía que haberle avisado a los centros de recepción de llamadas de emergencia en cuanto hubiera información sobre las fallas en el sistema. Sin embargo, la mayoría de estos centros se enteraron por otros medios de comunicación antes de recibir alerta alguna por medio de esa compañía. Lo que sucedió en realidad, es que los supervisores de servicios de emergencia local, y sobre todo las personas que estaban de guardia esa noche, puesto que el evento comenzó alrededor de las once de la noche, comenzaron a hacer llamadas a colegas avisándoles sobre la situación. El otro paso que tomó el personal de las oficinas de emergencia en el estado, las oficinas de bomberos y de policía fue publicar el número de contacto directo a sus servicios para que si uno tuviera necesidad de llamar pudiera hacerlo directamente con ellos.
Afortunadamente no hubieron incidentes mayores esa noche ni el día siguiente, sin embargo el potencial que representa que un servicio como 911 no funcione puede ser desastroso. Lo que las varias ciudades e instancias de respuesta a emergencia recomendaron fue tener a la mano o gurdar en sus contactos en su teléfono celular, el número de teléfono de servicios de policía y bomberos locales. Estos los puede usted conseguir en su localidad yendo a la página de internet de su ciudad o condado y buscando los contactos de servicios de emergencia. La mayoría de las ciudades grandes provee esta información en español. Los condados del estado tienen servicios de notificación desde los cuales mandan avisos especiales a sus ciudadanos. Por ejemplo, yo recibí uno del condado de King avisándome que en mi condado no servía el 911. Luego busqué en el Internet y vi que podía yo llamar al departamento de policía de mi ciudad en caso de tener necesidad de llamar a alguien. Para recibir información con respecto a desastres y condiciones peligrosas en el clima, etc. uno se puede apuntar con el servicio federal FEMA, el cual, por ejemplo tiene una aplicación para el teléfono celular que registra información en el área donde uno vive, y se puede bajar en www.fema.gov-mobile-app. En “languages” uno puede escoger español y darle instrucción al la aplicación para que le dé información para el área donde usted viva. En su celular usted puede también buscar otras aplicaciones, locales tales como Bellevue Alert, Alert Seattle, Alert King County o Pierce County Alert las cuales le pueden dar información sobre eventos importantes) aunque lamentablemente estas no tienen versión en español).
Usted puede inscribirse a Alert King County en:
https://public.coderedweb.com/CNE/en-US/BF0D5C5CC09C