Por YESICA FISCH y AMY GUTHRIE,
Associated Press
TIJUANA, México (AP) — Cientos de habitantes de Tijuana se congregaron en torno a un monumento en una zona pudiente de la ciudad para protestar por la presencia de miles de migrantes centroamericanos que llegaron en caravana con la esperanza de ingresar a Estados Unidos.
Las tensiones han ido en aumento después de que más de 3.000 migrantes de la caravana arribaron en días recientes a Tijuana tras más de un mes en el camino, y ahora tendrán que esperar varios meses mientras solicitan asilo. El gobierno federal calcula que el número de migrantes pronto podría alcanzar los 10.000.
Los inspectores de la frontera estadounidense sólo procesan unas 100 peticiones de asilo al día en el principal cruce entre Tijuana y San Diego. Quienes solicitan asilo anotan sus nombres en un cuaderno desgastado administrado por los mismos migrantes, el cual ya contaba con más de 3.000 nombres incluso antes de que la caravana llegara.
El domingo, los molestos residentes de Tijuana agitaron banderas, cantaron el himno nacional mexicano y corearon “¡Fuera, fuera!” frente a una estatua del emperador azteca Cuauhtémoc, a 1,6 kilómetros (1 milla) de la frontera con Estados Unidos. Acusaron a los migrantes de ser sucios, malagradecidos y un peligro para la ciudad.
Se quejaron también por la forma en que la caravana ingresó a México, calificándola de “invasión”, y expresaron temor de que se use el dinero de sus impuestos para mantener al grupo.
“¡No los queremos en Tijuana!”, gritaron los manifestantes.