En el futbol existe una teoría informal, no escrita pero aceptada por la mayoría de aficionados y comentaristas, sobre partidos que son clave en la temporada de un equipo, “partidos pivote”, los llaman algunos. Y la victoria de Sounders 4-0 sobre San José el sábado pasado en CenturyLink podría calificar para ese apelativo, podría cambiar la triste suerte de Sounders en el comienzo de este año, porque tiene mucho de especial; veamos.

Primero, se derrotó al equipo del goleador Wondoloski, plantel al que no se pudo vencer el año pasado en tres juegos de MLS y que venía creando una “paternidad” sobre los de verde, paternidad que se rompió a pedazos el sábado.

Segundo, Sounders no es un equipo goleador que se diga, apenas dos veces en sus cuatro años y algo de historia ha ganado por 4 goles o más en la MLS; extraño además, es la primera vez que gana por esa diferencia antes de medio año.

Tercero, el equipo no recibió goles, la puerta de Gspurning ahora ha estado invicta en 4 de los últimos 5 juegos y eso es muy bueno.

Cuarto, muy importante, los goles trajeron todo lo que se puede soñar, dos fueron del muchachito que más encarna el papel de “protegido” del técnico, uno fue un golazo de tiro libre del “maestro” del equipo, Rosales, y otro lo empujó el costoso goleador nigeriano.

Es decir, todo, todo, le salió bien por fin al equipo de la fiel y este año sufrida afición de Seattle, por fin se pagó el boleto y por fin se mira con algo de optimismo al futuro.

Importante victoria si se tiene en cuenta que además en dos semanas comienza la participación en la US Open Cup, el torneo abierto, esperanza de nosotros para que el equipo regrese el año entrante a la Liga de Campeones de la CONCACAF.

-Jorge Rivera