Por AMY TAXIN, Associated Press
LOS ÁNGELES (AP) — María Santamaría se aseguró de seguir todas las reglas de inmigración de Estados Unidos.
Obtuvo la residencia permanente por medio de su esposo, vino al país con visa de inmigrante y se hizo ciudadana estadounidense. Cuando su hermana llegó con visa de visitante escapando de la violencia y la guerra civil en El Salvador, la ayudó a obtener la residencia para poder quedarse.
Ese proceso tomó 16 años.
“Si no hubiésemos sido de clase media no habría podido venir nunca legalmente”, dijo Santamaría. “Nunca le darían visa a un pobre”.
En un momento en el que el presidente Donald Trump y muchos conservadores están llamando reiteradamente a que las personas vengan al país legalmente, la mayoría de los inmigrantes tienen pocas opciones bajo el complejo sistema de inmigración estadounidense. Las visas son difíciles de obtener, especialmente para inmigrantes que batallan con la pobreza y el desempleo en Centroamérica. La otra opción para la inmigración legal _ que un familiar ciudadano estadounidense o residente permanente los patrocine _ puede demorar más de una década.
Trump volvió a promover la ruta de inmigración legal en semanas recientes, en medio de la indignación por la política de su gobierno de separar a niños inmigrantes de sus padres en la frontera con México, diciendo que esos inmigrantes deben ser devueltos a sus países y que entonces pueden tratar de regresar con documentación legal.
“Tengo una solución: díganle a la gente que no venga a nuestro país ilegalmente”, dijo Trump. “No vengan a nuestro país ilegalmente. Háganlo como otra gente. Vengan legalmente”.
Conseguir una visa de visitante _ conocida como B-2 _ requiere demostrar una cierta cantidad de ingresos que la mayoría de las personas en países como El Salvador, Guatemala y Honduras no tiene. Eso es porque la solicitud de visa requiere exhibir ingresos, propiedades y otros bienes para demostrar que van a regresar a sus países. Otras visas requieren conocimientos especializados, un patrocinador empresarial o un familiar estadounidense, en un proceso que puede tomar años debido al complejo sistema de cuotas.
Los inmigrantes que escapan de la violencia y el hostigamiento pueden solicitar asilo en sitios designados a lo largo de la frontera. Pero sin argumentos sólidos demostrables pueden ser enviados rápidamente de regreso a sus países y muchos cruzan ilegalmente con esperanzas de poder quedarse, algo que expertos admiten pudiera ser su única forma de venir al país.
“La principal forma _ si no tienen un familiar que les patrocinó hace años en una categoría basada en familia _ es solicitar una visa B-2 de no inmigrante y casi seguramente se les negará”, dijo Daniel Sharp, director legal del Central American Resource Center en Los Ángeles.