Claire Phillips, Oficina de Gestión de Emergencias, Ciudad de Bellevue.
Recientemente estuve en el centro de Seattle con algunos amigos que visitaban desde fuera de la ciudad. Acabábamos de terminar de caminar por el mercado de Pike Place y nos dirigíamos en el tren Light Rail a un excelente restaurante en el distrito internacional. Se suponía que nuestro viaje terminaría rápidamente: solo necesitábamos tomar el tren tres paradas y estaríamos allí en un instante. Desafortunadamente, nuestro plan se descarriló cuando otro pasajero en nuestro vagón tuvo una emergencia médica.
Debido a que trabajo en gestión de emergencias, siempre que voy a un lugar, al supermercado, al cine, en un tren, busco inmediatamente las salidas de emergencia, extintores de incendios y otras herramientas de emergencia. Después de haber tomado el tren ligero varias veces, sabía que había un botón en la pared del tren que permite a los pasajeros hablar con el conductor en caso de una emergencia. Presioné el botón, le dije al conductor que teníamos una emergencia médica en nuestro auto, y el conductor detuvo el tren y llamó a los paramédicos en la parada de tránsito más cercana.
Por otro lado, muchos de los otros pasajeros en el tren entraron en pánico. Nadie en cerca de mi sabía cómo ayudar al pasajero durante la emergencia médica. Debido a que el tren estaba bajo tierra, no servían nuestros teléfonos celulares y era imposible llamar al 9-1-1. Estábamos experimentando una emergencia en un entorno inusual, y eso aumentó enormemente la intensidad de una situación que ya era estresante.
Los seres humanos somos criaturas de hábito: si no practicamos y no nos acostumbramos a hacer las cosas, no recordaremos cómo hacerlo cuando nos encontramos en situaciones de estrés. Por ejemplo, si no nos tomamos el tiempo para encontrar salidas de emergencia en los edificios, si hay un incendio o un terremoto, podríamos intentar salir corriendo del edificio de la manera en que entramos, incluso si esa forma no es segura. Si estamos acostumbrados a tener siempre acceso a nuestros teléfonos celulares, es posible que nos asustemos y no sepamos cómo pedir ayuda durante una emergencia si no tenemos servicio celular. ¡No entré en pánico en el tren porque yo había buscado proactivamente las herramientas de emergencia antes de necesitarlas!
Mantenerse seguro cuando está entre otros es tan fácil como estar al tanto de su entorno. Como nunca sabemos cuándo ocurrirán los desastres, es importante asegurarnos de saber dónde se encuentran las salidas de emergencia y los teléfonos donde quiera que uno se halle. Cuanto más se convierta en un hábito en su preparación y más practique encontrar salidas de emergencia, más probable será que pueda actuar con rapidez y sin pánico en situaciones de estrés. Simplemente tomando nota de la ubicación de las salidas de emergencia y las herramientas puede ayudar a salvar su vida y la vida de las personas que lo rodean cuando ocurre un incendio, un terremoto o una emergencia médica.