NUEVA YORK (AP) — Argentina, Paraguay y los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba) reclamaron el martes al gobierno de facto de Honduras la inmediata reposición de Manuel Zelaya en el cargo de presidente.
En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el canciller argentino Jorge Taiana pidió que “no se use la represión del gobierno de facto de Honduras contra los manifestantes que piden en Tegucigalpa que el presidente constitucional, Manuel Zelaya, sea repuesto en su cargo”.
Agregó que “estuvimos dialogando temprano con algunos cancilleres de la región, intercambiando información sobre la reunión de urgencia de la OEA que se realizó anoche, donde se solicitó que se cumplan las disposiciones de este organismo y que Zelaya sea repuesto en su cargo”.
“Paraguay exige al gobierno de facto de Honduras que tome las medidas necesarias para asegurar la vida y la integridad física del presidente Manuel Zelaya quien se encuentra en la sede de la embajada del Brasil en Tegucigalpa”, señaló la cancillería paraguaya en un documento.
A su vez, instó a “recurrir al diálogo para lograr la restauración de la institucionalidad a fin de que el presidente Zelaya complete el mandato constitucional para el cual fue legítimamente electo por el pueblo hondureño”.
En tanto, en Caracas se distribuyó un comunicado en el que los países de Alba apoyaron el regreso de Zelaya y su decisión de recuperar la presidencia hondureña.
Zelaya fue desalojado del poder mediante un golpe ocurrido en junio pero el lunes ingresó a su país desde el exterior, eludiendo los controles fronterizos, y se recluyó en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
El comunicado de Alba –que integran Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda– señala que el retorno de Zelaya a Honduras cumple “con las decisiones adoptadas también por las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos y el Grupo de Río” y “allana el camino para la restauración de la democracia hondureña, gravemente afectada tras el Golpe de Estado del 28 de junio de 2009”.