PASCO, Washington
(AP)
Las críticas y el escrutinio por los tiroteos policiales en una localidad del suroeste de Washington están creciendo hasta llegar a México. La policía de esta ciudad agrícola de 68.000 personas se ha visto inmersa en cuatro tiroteos con víctimas mortales desde mediados del año pasado.
La muerte el martes del mexicano Antonio Zambrano Montes, que trabajaba en una plantación de árboles frutales, provocó protestas después de que los testigos dijeran que estaba huyendo cuando recibió los disparos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana emitió un comunicado el jueves en el que condenó la muerte del trabajador, que creció en México.
El gobernador de Washington, Jay Inslee, dijo estar supervisando la situación.
El forense del condado de Franklin Dan Blasdel, cuya oficina realizaba la autopsia de Zambrano, dijo que sopesa convocar a un jurado instructor para investigar la muerte.
“No queremos otro Ferguson aquí en Pasco”, dijo Blasdel al periódico Seattle Times, refiriéndose a los disturbios que siguieron a la muerte el 9 de agosto de un hombre negro desarmado por disparos de un policía blanco en Ferguson, Missouri, y a la decisión de un jurado de no presentar cargos.
Según la policía, el comportamiento amenazante de Zambrano causó que sus agentes abrieran fuego. El hombre de 35 años lanzó varias piedras, con las que golpeó a dos policías, y se rehusó a soltar otras que traía en la mano. Las autoridades aseguran que no pudieron someterlo con un arma de descargas eléctricas.
Ya había tenido un roce con la policía de Pasco a principios del año pasado, siendo arrestado después de arrojar objetos a los agentes y tratar de tomar una pistola de uno de ellos, señalan documentos de la corte.
En otros tres incidentes previos de tiroteos con víctimas mortales en Pasco, la fiscalía absolvió a los agentes del Departamento de Policía de la localidad y a un miembro de la policía del condado que formaba parte de un equipo regional de fuerzas especiales SWAT.
El jefe de policía de Pasco, Bob Metzger, pidió paciencia mientras se desarrollan las pesquisas de la Unidad Especial de Investigación de Tri-City y la revisión interna.
Los agentes están bajo licencia administrativa con goce de sueldo. “Hasta que sean revisados y se haya hecho todo, no volverán al trabajo”, afirmó. “Es importante que obtengamos la información correcta”.
Blasdel dijo que no tomaría decisiones sobre iniciar un juicio hasta que se complete la investigación.
“Esto de verdad no fue un asunto racial”, dijo Metzger a la televisora KING-TV de Seattle. El jefe se reunió durante dos horas con la familia del fallecido en una pequeña panadería, cerca del lugar donde murió.
Por su parte, el sargento Ken Lattin del Departamento de Policía de Kennewick le advirtió al público que la investigación llevará semanas y que cualquier decisión sobre presentar cargos contra los tres oficiales involucrados le corresponderá al fiscal del condado Franklin.
Se está recopilando video captado por cámaras en las patrullas, evidencia de la balacera, video tomado por ciudadanos, equipo de la policía y entrevistas a cuando menos 40 testigos.
“¿Tres agentes de policía contra un hombre que tiró una piedra?”, se preguntó Angela Zambrano, tía del fallecido, en declaraciones al Times. “Esto fue un asesinato a sangre fría”.
Algunas personas que vieron el tiroteo, en una intersección muy transitada, grabaron el suceso.
En un video captado por Darío Infante, de 21 años y residente de Pasco, se logran escuchar cinco disparos poco después de las primeras imágenes, y se puede ver al hombre huir, cruzar la calle y avanzar por una acera, perseguido por tres policías. Cuando los agentes acortan distancia con él, Zambrano se detiene, gira y los encara. Se escuchan varios disparos y el individuo de desploma.
Varios manifestantes corearon “¡Queremos justicia!” en inglés y en español en el ayuntamiento de Pasco el miércoles, y preparaban una protesta para el sábado.
Mientras tanto, varias personas acudieron el jueves al ayuntamiento para mostrar su apoyo a la policía.
“Es importante que estos agentes sepan que la comunidad en pleno no ha salido en su contra”, dijo Chris Black, veterano del ejército, al periódico Tri-City Herald.
Inslee dijo que su personal está en contacto con las autoridades locales.
“Vamos a tener que llegar al fondo para comprender las circunstancias de esto”, dijo. “Habrá, y tiene que haber, una revisión muy completa de todas las circunstancias de lo que ocurrió aquí. Y eso tiene que ocurrir, en detalle, en profundidad”.
Zambrano Montes creció en el estado mexicano de Michoacán, y desde hace aproximadamente una década vivía en Pasco, donde más de la mitad de los residentes son hispanos.
En su comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores describió el tiroteo como “sucesos en los cuales la fuerza letal es utilizada de modo desproporcionado”.
La SRE señaló que el cónsul mexicano en Seattle había enviado un mensaje de protesta al jefe de policía de Pasco “solicitando información sobre las medidas disciplinarias que podrían imponerse en un momento dado a los agentes de policía implicados en el incidente”.
La SRE dijo estar ayudando a la familia de Zambrano “con el objetivo de garantizar que todas las vías legales se exploran y se llevan a su máxima extensión”.
Los miembros de la familia dijeron al Tri-City Herald que Zambrano había luchado con la depresión tras verse separado de sus dos hijas adolescentes.
“Era una persona amable, centrada en la familia”, dijo al periódico su prima, Blanca Zambrano. “Trabajaba duro”.