Amin Vera y Gonzalo Soto
Agencia Reforma
MÉXICO, DF .- La economía mexicana sufre los estragos de la reforma hacendaria.
Por ejemplo, las ventas de las agremiadas a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) cayeron 5.1 por ciento en términos reales durante el primer bimestre del año.
Además, la comercialización de autos apenas crecieron 0.6 por ciento en el mismo periodo y la industria de la construcción ligó en enero 14 meses de caídas.
Como si esto fuera poco, la inflación anual a febrero se ubicó en 4.23 por ciento, contra 3.55 por ciento de un año atrás.
Todo esto ha provocado un desplome en los pronósticos de crecimiento del PIB para el primer trimestre.
El promedio estimado por 10 Casas de Bolsa es de apenas 2.27 por ciento, 0.76 puntos menor al 3.03 por ciento que originalmente habían contemplado en diciembre del 2013.
Eduardo Ávila, director de análisis de Monex, señaló que aspectos de la reforma fiscal fueron los principales causantes del frenón.
“El consenso a fin de año apuntaba a una recuperación en los primeros meses”, señaló, “pero la economía sigue desacelerándose”.
Luis Rodríguez, director de Análisis de Finamex, apuntó que las reformas tendrán un impacto positivo en el largo plazo, pero por lo pronto afectan a la economía.
“Los datos del consumo no han sido muy buenos y, obviamente, parte de eso es el impacto de la reforma fiscal”, afirmó.
Ciudadanos y líderes concuerdan.
La encuesta cuatrimestral de Grupo REFORMA revela que el 53 por ciento de los ciudadanos y el 81 por ciento de los líderes manifiestan que los ha perjudicado la reforma fiscal, que incluyó alzas en las tasas de impuestos, como en el ISR, IVA y el IEPS, entre otras medidas.
Jorge Gordillo, director de análisis de CI Banco, dijo que los hogares han ajustado su gasto por el golpe fiscal.
“Hay una mayor restricción en el gasto debido factores como la mala implementación del gasto de Gobierno y los cambios a políticas impositivas”.
En paralelo, la recaudación de impuestos del mes de febrero se desplomó 9.4 por ciento.
Este dato es relevante porque lo recaudado en febrero refleja la actividad de enero, el primer mes sujeto a las nuevas disposiciones fiscales.
La caída más fuerte fue de 18.5 por ciento, en la recaudación del sistema del ISR, que incluye también al IETU y al IDE.