“Hy’shke.”
Para Heather Jefferson, esta palabra traducida como “gracias” en el lenguaje materno de su tribu, Lummi, transmite la gratitud que ella siente por el trabajo que los testigos de Jehová hacen al traducir a los lenguajes indígenas.
El sitio oficial de los testigos de Jehová, jw.org, es el sitio web más traducido del mundo e incluye contenido en más de 1030 idiomas, incluyendo muchas lenguas indígenas consideradas en riesgo de desaparecer.
Jefferson, quien ha sido testigo de Jehová por 37 años, y habla un lenguaje indígena perdido, se siente privilegiada de formar parte de una organización que se esfuerza por llegar a la gente indígena.
“Me da validez como ser humano,” dijo Jefferson, al explicar que siente que se le dice: “lo que aportas es importante, quién eres importa, eres valiosa y llegaremos a ti en tu idioma”. Ella agregó, “Es todo lo contrario de lo que hemos experimentado como personas indígenas.”
Jefferson, quien trabaja como defensora de la salud en Northwest Indian College, creció en la Reservación India Lummi, la cual se considera parte de Bellingham, WA. De niña, Jefferson solo escuchaba cositas aquí y allá en el lenguaje Lummi por parte de su abuela y sus padres. Sus padres perdieron el lenguaje cuando fueron a un internado siendo niños. Allí se les requería aprender y hablar únicamente en inglés.
Hace casi 25 años, Jefferson se hizo maestra y las cosas empezaron a cambiar. “La meta de muchas tribus, incluyendo Lummi, era volver a enseñar a los niños.” Enseñar Lummi requirió que Jefferson empezara a aprender el lenguaje, mientras que, al mismo tiempo, ayudaba a ampliar el currículo de estudio. No era una tarea fácil, pues ese idioma es solo oral y no escrito.
El trabajo que Jefferson ha hecho por preservar el lenguaje y la cultura de su tribu, le ha traído mucha satisfacción y contribuye a su profundo aprecio por el trabajo que los testigos de Jehová han hecho al traducir a lenguas indígenas.
“Creo que el esfuerzo que la organización de los testigos de Jehová ha hecho en apoyar a grupos lingüísticos, como las tribus que se consideran tan pequeñas que ni se incluyen en estadísticas” —dijo ella—, “es una bendición y una muestra de amor.”
Entre los lenguajes disponibles en jw.org se encuentran los idiomas indígenas norteamericanos bien conocidos como Piesnegros, Cheroqui, Choctaw, Hopí, y Navajo al igual que el idioma Yupí de Alaska central, hablado por unas 10.000 personas en Alaska.
“Traducir los idiomas indígenas es una obra de amor para todos los que colaboran y para nuestra organización —comentó Robert Hendriks, portavoz de los testigos de Jehová en Estados Unidos—. La labor es difícil y requiere mucho tiempo, pero nuestro objetivo no es obtener ganancias, más bien proveer el mensaje consolador de la Biblia de manera clara y precisa a tantas personas como sea posible”.
Por su parte, Jefferson disfruta conversar con otros en su tribu, escucharlos, y, si es posible, compartir este mensaje de consuelo con ellos. Ella explicó que siente que este mensaje está en armonía con los valores Lummi y que se les puede dar los recursos para lidiar con los retos a los que se enfrentan.
“Es para toda la gente que no se siente visible”, dijo ella. “Para Dios, cada persona es importante. Cada grupo lingüístico, grupo étnico, lo considera valioso”.