Las dos caras del problema

Reflexiones

La Raza del Noroeste

Nuestra historia de primera plana esta semana toca un tema que, para muchos de nosotros, llama la atención por un tiempo, y vuelve a desaparecer. Es el tema de las pandillas.

Pero ese no es el caso de quienes lo viven de cerca, personas como nosotros y particularmente inmigrantes hispanos cuyos hijos han caído o están en peligro de caer en el pandillaje.

Es serio y es doloroso, varias personas han perdido sus hijos, por eso no es un tema de van y viene simplemente.

Pero, como lo presenta la historia de esta edición, el problema tiene dos caras, una, la de quienes realmente se hacen miembros de pandillas, otra, la dónde se pone el dinero para atacar el problema.

Sobre el primer tema, la verdad es que no existe evidencia estadística alguna que diga que el problema del pandillaje tiene que ver con raza o situación migratoria.

Por eso es tan injusto que en ocasiones se conecten, y que algunos comentaristas de medios en inglés presenten como válido semejante argumento.

Es cierto que la raza y el estado migratorio están con frecuencia estadísticamente ligados a la pobreza: las minorías en este país todavía tiene dificultad para acceder y sostener recursos educativos, resultando en pobreza.

Pero ser pobre y ser pandillero no es lo mismo, y ser residente o indocumentado mucho menos.

El segundo es el tema de cómo utilizar el dinero en programas de prevención del pandillaje, y en ello por lo menos este esfuerzo del Condado King es una mezcla de policía y acercamiento comunitario.

Gastar dinero en perseguir pandilleros sin dedicar recursos a evitar que existan no es inteligente; de modo que el hecho de apoyar programas comunitarios latinos en el área es buena noticia para los padres hispanos de algunos de estos chicos.

Pero el problema del pandillaje no es latino, blanco o negro, es un problema de falta de oportunidades y de educación y recursos para los padres.

Ojalá el gobierno local entienda eso de una vez por todas, para que rechace el racismo y se concentre en lo que es verdaderamente importante.