ALBERTO ARCE
The Associated Press
El Defensor del pueblo teme que el segundo tiroteo de agentes de la DEA en Honduras se parte de una creciente confrontación entre narcotraficantes y las fuerzas de seguridad de Honduras respaldadas por Estados Unidos.
“Tarde o temprano no será suficiente con las operaciones aéreas y navales y tendrán que desarrollarse operaciones militares y policiales en tierra”, dijo el lunes Defensor Ramón Custodio.
El portavoz del ministerio de Seguridad Iván Mejía dijo que las operaciones son parte de una “ofensiva permanente, frontal, profesional, radical y transparente contra la delincuencia común y organizada”.
Señaló que “sólo la policía ha decomisado 2.842 kilos de cocaína en las últimas semanas gracias, en parte a que han sido formadas y están recibiendo apoyo por parte del gobierno de los Estados Unidos”.
La Agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA) y la policía local desarrollan de manera conjunta la “Operación Yunque” en territorio hondureño que consiste en la identificación, seguimiento e interceptación de avionetas y lanchas que transportan drogas con destino a los Estados Unidos.
Sobre la muerte de dos supuestos narcotraficantes debido a disparos de agentes de la DEA en operaciones el 25 de junio y el 3 de julio, Mejía dijo que “en este tipo de situaciones el que delinque tiene que entender que si oponen resistencia se producirán enfrentamientos en los que pueden perder la vida. No deberían delinquir o deberían rendirse”.
“La idea no es sólo decomisar la droga sino detener a las personas involucradas. Cualquier ciudadano que participe en estas actividades será detenido y si es extranjero será, eventualmente, extraditado. Algunos de los detenidos y fallecidos durante las incautaciones son de nacionalidad venezolana, colombiana o brasileña”.
Sobre el caso del 3 de julio, la portavoz de la DEA Dawn Dearden dijo el domingo que los agentes dispararon a una presunta narcoavioneta que se negó a entregarse.
Agregó que cuando la policía llegó al lugar donde se estrelló el avión en el este de Honduras, encontraron a los dos pilotos. El piloto herido fue arrestado, y el segundo fue abatido por los agentes de la DEA luego de que hizo caso omiso a la orden de rendirse e hizo un gesto amenazante.
Además de los dos fallecidos reconocidos por la DEA, otros dos pilotos murieron el 13 de junio al estrellarse su avioneta en el sur del país cuando eran perseguidos por helicópteros de la Operación Yunque.
El 11 de mayo, cuatro personas que viajaban en una lancha por un río de la región de la Mosquitia fallecieron tras un confuso tiroteo en el que las autoridades hondureñas y norteamericanas dicen que actuaron en defensa propia y los supervivientes que fueron atacados sin motivo.
Custodio señaló que esas cuatro personas “son víctimas aleatorias de la lucha contra la droga pero es necesario esperar a que se complete y se haga pública la investigación” y que “de ser ciertas las informaciones respecto a los enfrentamientos armados y sus víctimas, los Estados tendrán que actuar en consecuencia”.
Por su parte, la fuerza naval de Honduras decomisó el sábado 2 toneladas más, también gracias al apoyo de información facilitada por el operativo de los Estados Unidos que trabaja en Honduras, según confirmó el portavoz de las Fuerzas Armadas, Coronel Joaquín Arévalo. La cifra total de droga decomisada desde que comenzó la actual ofensiva, a principios del mayo asciende a casi 5 toneladas de cocaína con un valor estimado en el mercado de 250 millones de dólares según cálculos realizados por el General René Osorio, Jefe de las Fuerzas Armadas.
Ni el Defensor del Pueblo ni el portavoz del Ministerio de Seguridad quisieron entrar en detalles respecto de las investigaciones sobre los incidentes, “las maneja el Ministerio Público”, señaló Mejía.