Irak: Denuncian destrucción de mezquita histórica

QASSIM ABDUL-ZAHRA y SAMEER N. YACOUB, Associated Press

BAGDAD (AP) — Extremistas islámicos destruyeron el jueves un reverenciado santuario musulmán que se consideraba el sepulcro del profeta Jonás en Mosul, la segunda ciudad de Irak, dijeron residentes. Simultáneamente varios milicianos atacaron el jueves un convoy de prisioneros al norte de Bagdad, según fuentes iraquíes, entablando un combate en el que murieron 52 presos y ocho soldados.

El ataque se produjo poco antes de la elección de un político curdo moderado como nuevo presidente del país por parte del parlamento. La elección recayó sobre Fuad Massum, de 76 años, uno de los fundadores de la Unión Patriótica de Curdistán, partido al que pertenece el actual presidente Jalal Talabani.

Bajo un acuerdo extraoficial vigente desde 2003, la presidencia corresponde a un curdo, en tanto el primer ministro es chií y el presidente del parlamento es suní. El puesto es mayormente ceremonial. El jefe de Naciones Unidas, Bank Ki-moon, llegó a Bagdad el jueves por la mañana para instar a los legisladores a que formen un gobierno más inclusivo que pueda resolver la crisis.

Los residentes de Mosul dijeron que los milicianos del Estado Islámico, que se apoderaron de Mosul en junio e impusieron su interpretación extremista del derecho islámico, ordenaron que todos salieran de la mezquita del Profesta Younis, o Jonás, y después la volaron.

La mezquita había sido levantada en un sitio arqueológico que data del siglo VIII aC y se le consideraba el sepulcro del profeta que, en versiones de la Biblia y del Corán, es tragado por una ballena.

Varias casas cercanas resultaron dañadas por la explosión, dijeron los residentes que hablaron con la condición de no ser identificados por temor a su seguridad. Los milicianos también volaron otra mezquita cercana el jueves, la llamada Imán Aoun bin al-Hassan, agregaron.

El ataque en el norte de Irak comenzó al amanecer con rondas de morteros contra bases militares en la localidad de Tayi, donde estaban detenidos varios sospechosos de terrorismo. Las autoridades evacuaron las instalaciones temiendo una toma de la prisión.

Cuando el convoy avanzaba por una zona remota, varias bombas estallaron junto al camino y los milicianos abrieron fuego. En el combate consiguiente murieron 52 prisioneros y ocho soldados. Otros ocho soldados y siete prisioneros resultaron heridos. No estaba claro en un primer momento si los prisioneros habían muerto a manos de los soldados o los milicianos, ni si el grupo extremista Estado Islámico estaba implicado.