COVINA, California, EE.UU. (AP) — Los investigadores hallaron el viernes un cadáver más en la casa donde un hombre disfrazado de Santa Claus perpetró una masacre durante una fiesta de Nochebuena y luego provocó un incendio.
El teniente Larry Dietz, de la oficina forense, dijo que el noveno cadáver apareció entre los escombros de la casa. Todos los cuerpos recuperados estaban quemados y ninguno ha sido identificado fehacientemente hasta el momento.
El baño de sangre comenzó cuando una niña de 8 años en una fiesta de Nochebuena le abrió la puerta a un hombre disfrazado de Santa Claus (también conocido como San Nicolás, Papá Noel o Viejo Pascuero), quien portaba algo envuelto como para regalo.
El hombre, Bruce Pardo, extrajo una pistola, le disparó a la niña a quemarropa en la cara y siguió disparando en forma indiscriminada mientras los invitados trataban de huir.
La masacre dejó nueve muertos y la casa incendiada. Pardo, que buscaba vengarse de su ex esposa en casa de sus ex suegros, se suicidó horas después. Se cree que entre los muertos en la casa en Covina, 40 kilómetros (25 millas) al este de Los Angeles, estaban la ex esposa de Pardo y los padres de ésta.
Pardo, de 45 años, no tenía antecedentes penales ni una historia de violencia, de acuerdo con la policía, pero estaba molesto por su divorcio de la semana pasada después de un matrimonio que solamente duró un año.
“No fue un divorcio amistoso”, dijo el teniente de policía Pat Buchanan.
Una joven de 16 años recibió un balazo en la espalda, y una mujer de 20 se rompió el tobillo cuando escapó saltando desde una ventana del segundo piso. Ellas dos, y la niña de 8 años, seguían hospitalizadas el día de Navidad. Se espera que las tres se recuperen.
La caja envuelta para regalo que llevaba Pardo en realidad contenía un dispositivo presurizado casero que empleó para rociar un líquido que rápidamente incendió la casa. La policía dijo que Pardo había trabajado recientemente en la industria aeroespacial.