Sophia Vackimes, Coordinadora
de Servicios de Emergencia en
Español, Ciudad de Renton
Hace un par de semanas tuve la oportunidad de participar con el grupo King County Promotores Network (KCPN) en uno de sus encuentros comunitarios en la Ciudad de Seattle. KCPN es un grupo de representantes que se reúne regularmente para compartir información acerca de los servicios que se hallan disponibles al público no solo en Seattle o Renton, sino en todo King County. Las agencias que participan son variadas; algunas se dedican a la salud de jóvenes mujeres o ancianos, otros a la prevención de la violencia doméstica, y otros a la asistencia económica y laboral de las muchas poblaciones que viven aquí. Durante las reuniones presentan la plataforma de sus organizaciones y como es que diseminan sus servicios ante la comunidad.
Tuve el gusto de presentar los servicios de notificación de alerta en caso de desastres junto con mi colega Debbie Goetz, quien es la encargada de la planificación de coordinación comunitaria de los servicios de emergencia de la Ciudad de Seattle. El objetivo de nuestra plática fue comunicarle a los diferentes representantes de servicios de King County las disposiciones legales requiriendo que en caso de un desastre los avisos sean dados en el idioma de las diferentes poblaciones que habitan el estado.
En este momento el trabajo de personas como Debbie Goetz, y el resto del equipo de King County es no solamente identificar qué poblaciones necesitan el servicio y donde se hallan sino como es que será brindado. Esto es un asunto bastante complejo y tiene varias fases puesto que King County tiene que brindar estas notificaciones en veintiocho idiomas diferentes. Las diferencias entre poblaciones son enormes. Seattle casi tiene esta misma cantidad de diferentes idiomas que se hablan ahí, mientras que la Ciudad de Renton tiene que dar estos avisos en solamente cuatro comenzando con español, luego vietnamita, siguiéndoles chino y tagalog. Cada proveedor de servicios de emergencia tiene que identificar qué idiomas se hablan en su región y considerar cuales grupos conforman al menos el cinco por ciento de la población o mil residentes. Luego tienen que desarrollar un plan adecuado para alertar a estos grupos con información sobre como actuar para mantenerse seguros.
Incluimos una discusión considerando el asunto más importante de todo este esfuerzo: ¿Cómo hacerle llegar información a la mayor cantidad de gente? Le presentamos al público una situación catastrófica imaginada y todos discutimos qué es lo que tendríamos que hacer para que la información le llegara a la mayor cantidad de personas posible. Imagine usted, por ejemplo, que el volcán Mt. Rainier comienza a expulsar grandes cantidades de ceniza en nubes espesas que se mueven por todo el estado. Usted es líder de una organización que le brinda servicios a la comunidad hispana en Tacoma o en Kent. ¿Qué tendría que hacer? ¿Irse a su casa, o llamar a todos sus contactos profesionales para pedirles que ellos a su vez llamen a sus contactos para alertar a cuantas personas sean posibles? ¿Qué les diría? ¿Qué busquen resguardo? ¿Qué se mantengan en un lugar con las ventanas cerradas? ¿Cuántos días? ¿Qué escuchen las noticias? ¿En español? ¿Qué llamen a todos sus contactos? ¿Cómo le avisarían a personas como ancianos, minusválidos, o quienes no tienen aparatos electrónicos? ¿Y si de pronto no hay comunicación por celular?
El problema de cualquier sistema de comunicación es que tiene límites. Alertar a toda una población es un asunto delicado y sumamente complejo. Suponga usted que nadie le avisa que ha habido una catástrofe. Suponga que nadie le avisa a sus compañeros de trabajo que es peligroso salir a la calle. Poder darle información clara y precisa a todos quienes habitamos en King County y en el resto del estado es algo que el grupo de trabajo de King County y otros está tratando de lograr.