EE.UU: “Todas las opciones están sobre la mesa”
Por FABIOLA SÁNCHEZ, Associated Press
CARACAS (AP) — Los jaloneos para medir fuerzas no cesan entre la oposición y el gobierno de Venezuela.
Poco después de que el líder opositor Juan Guaidó se declarara presidente el miércoles en un desafío abierto a Nicolás Maduro, el mandatario que hace unas semanas inició un segundo término en medio del rechazo de miembros de la comunidad internacional, consideró que la acción es un intento de golpe de Estado. Acto seguido, anunció desde el palacio de gobierno que acordó la ruptura de relaciones con Estados Unidos y dio 72 horas al personal diplomático para abandonar el país.
“Hoy el gobierno imperialista de Estados Unidos dirige una operación para imponer un gobierno títere a sus intereses… Pretenden elegir y designar al presidente de Venezuela por vías extra constitucionales”, dijo Maduro desde un balcón del palacio de gobierno acompañado de su esposa, Cilia Flores, y varios colaboradores ante cientos de seguidores que respondían al llamado de defender la “revolución socialista”.
Maduro advirtió a sus adversarios que “no se fíen” de los estadounidenses. “Los gringos no tienen amigos ni conocen lealtad a nadie. Los gringos tienen intereses y las agallas y las ambiciones… por el petróleo venezolano, por el gas venezolano, por el oro venezolano”, aseveró.
Desafiando también a Guaidó, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, escribió en Twitter que “no aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la Ley”, y ratificó que la fuerza armada defenderá la constitución y será garante de la soberanía.
De manera paralela a esta lluvia de declaraciones, miles de manifestantes salieron a las calles para mostrar tanto su desdén como su apoyo al gobierno y hacia la tarde se anunciaron las primeras víctimas. Según dijo un vocero de Protección Civil del estado de Táchira, tres manifestantes fallecieron, dos por disparo de arma de fuego y una por una bala de goma que le ingresó en un ojo. Además hubo 20 heridos al final de una movilización en la ciudad suroccidental de San Cristóbal.
Antes de que se diera a conocer la cifra, Guaidó se reunió con simpatizantes para anunciar que se declaraba mandatario del país sudamericano. “Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como el presidente encargado”, dijo, y agregó que lo hacía para lograr el “cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres”, y para recuperar la vigencia de la constitución, que la oposición asegura que ha sido vulnerada por Maduro.
Horas después, el jefe del Congreso negó que esté asilado en alguna embajada, como se había supuesto, y escribió en su cuenta de Twitter que ha recibido llamadas y apoyos internacionales.
Tras su declaración sobre la presidencia que dijo asumir, las reacciones no se hicieron esperar.
Primero, el presidente Donald Trump anunció en un comunicado que reconocía oficialmente a Guaidó como el presidente interino de Venezuela. Después, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que el proceso de dos años iniciado por Venezuela en 2017 para abandonar el organismo quedó interrumpido después del pronunciamiento. Y luego, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, escribió en su cuenta de Twitter que expresaba su apoyo al líder opositor y que “cuenten con nosotros para abrazar de nuevo la libertad y la democracia”.
En Caracas, el presidente de la oficialista Asamblea Constituyente e influyente líder del partido socialista, Diosdado Cabello, llamó a sus seguidores a moverse al palacio de gobierno y anunció que a partir de esta noche se instalan en vigilia.
“El hermano presidente Nicolás Maduro está ahí… El que quiera ser presidente que venga a buscarlo a Miraflores que allí estará su pueblo defendiéndolo”, dijo Cabello a los seguidores en una plaza cercana a la sede de la presidencia.
Previamente, centenares de miles de opositores marchaban mientras gritaban consignas contra el Estado, cargaban banderas y pequeños tubos en las manos. “¡La patria no se vende!” era uno de los mensajes que los capitalinos repetían.
Las movilizaciones iniciaron desde diferentes puntos de Caracas en un intento de la oposición por demostrar que recuperó su fuerza en las calles y que logró reagruparse para enfrentar al gobierno de Maduro en el inicio de su segundo sexenio. A su vez el presidente, agobiado por crecientes presiones internacionales, también llamó a movilizaciones similares en una nueva medición de fuerzas con sus contrincantes.
Desde el amanecer, la policía tomó algunas calles del centro y el este de la capital donde se realizan las marchas. Las principales autopistas y avenidas capitalinas amanecieron con escasa presencia de vehículos y transeúntes, y numerosos comercios no abrieron.
Los manifestantes a favor del gobierno, vestidos de rojo en apoyo a Maduro, en algunos puntos cruzaban sus caminos con manifestantes de la oposición y les gritaban palabras como “vendidos” y “traidores”, sin que se registraran confrontaciones.
Horas antes del inicio de las marchas se registró un incidente en la barriada de clase media de Paraíso, en el oeste de Caracas, donde decenas de guardias nacionales dispersaron con gases lacrimógenos a centenares de manifestante opositores que se concentraban para la movilización, dijo a The Associated Press el dirigente opositor Jesús Armas.
La noche del martes se registraron por segundo día consecutivo algunas protestas callejeras en algunas barriadas pobres del norte y el oeste de la capital en rechazo al gobierno de Maduro, reportaron medios locales.
Asimismo, en las localidades sureñas de Ciudad Bolívar y San Félix, del estado Bolívar, se registraron la noche del martes algunos saqueos de comercios y fue incendiada una escultura del fallecido presidente Hugo Chávez, informó a la AP el diputado opositor Américo De Grazia. Durante los saqueos en Ciudad Bolívar falleció al menos una persona que fue identificada como Carlos Alfredo Olivares, un obrero de 30 años, y otras dos personas resultaron lesionadas, según un reporte policial.
Las marchas convocadas coinciden con el aniversario del establecimiento de la democracia venezolana tras la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en 1958, lo cual ha generado gran expectativa tras la escalada en los últimos días de los enfrentamientos entre el gobierno y la Asamblea Nacional, que controla la oposición.
El presidente de la encuestadora local Delphos, Félix Seijas, afirmó que con la movilización del 23 de enero la oposición buscará demostrar que se ha reactivado el ánimo entre sus seguidores, mientras que el oficialismo utilizará el evento “para seguir manejando de manera mediática la situación”.
Seijas sostuvo que para la oposición será crucial lo que hará a partir del 24 de enero, cuando deberá definir la ruta que seguirá para aumentar las presiones hacia el gobierno de Maduro.
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