Por STEVE PEOPLES y KEN THOMAS, Associated Press
WASHINGTON (AP) — Las explosivas políticas sobre servicios médicos han dividido a la nación, pero los gobernadores estatales, tanto republicanos y demócratas, dicen que la ley de reforma de la salud del presidente Barack Obama está aquí para quedarse.
Mientras discutían el domingo sobre cómo mejorar la economía del país, los gobernadores compartieron una opinión mucho más pragmática sobre el programa conocido como Obamacare, en momentos en que millones de sus electores comienzan a recibir cobertura.
“Simplemente estamos tratando de hacer lo mejor en una mala situación”, dijo el gobernador de Iowa, el republicano Terry Branstad, quien dice que la ley es “inasequible e insostenible”, pero algo que tiene que implementar por ley. “Estamos tratando de hacer lo mejor por el pueblo de Iowa”.
En una reunión en Washington el fin de semana, gobernadores demócratas como Martin O’Malley, de Maryland, y Dannel Malloy, de Connecticut, defendieron la idea de elevar el salario mínimo; mientras que republicanos como Bobby Jindal, de Luisiana, y Mike Pence, de Indiana, pidieron menos regulaciones federales, especialmente las relacionadas con la reforma de los seguros de salud. Pero gobernadores de ambos partidos admiten que una anulación total de la ley sería complicada en el mejor de los casos, o imposible en momentos en que los estados avanzan hacia la implementación e inician la cobertura de millones de personas — tanto mediante la ampliación del Medicaid de asistencia médica a los pobres como a través de los mercados estatales o federales que ofrecen subsidios a los que cumplen los requisitos.
La oposición republicana a la ley es el eje de la estrategia política del partido para los comicios de noviembre.
Pese al problemático debut, casi 3,3 millones de personas se habían inscrito hasta el 1 de febrero. La Casa Blanca reportó que 1 millón de personas lo hicieron en todo el país sólo en enero. Todavía no está claro si gobierno alcanzará su objetivo declarado de tener inscritas 7 millones de personas para finales de marzo, pero todavía espera que se inscriban varios millones más para entonces.
Un análisis reciente de la Associated Press de las inscripciones concluyó que seis estados gobernados por republicanos —Florida, Idaho, Maine, Michigan, Carolina del Norte y Wisconsin— llevan un ritmo mayor de lo proyectado inicialmente.
El gobernador de Michigan, Rick Snyder, es uno de varios republicanos que ampliaron el Medicaid en sus estados.
“Todo el diálogo sobre la ley de salud se centra en gente discutiendo, trabazones y caos, en lugar de trabajar en algo tan importante como el bienestar”, dijo Snyder, quien añadió que aún tiene “muchos problemas” con la reforma. “Pero es la ley, así que estoy tratando de trabajar en ese contexto”.
El gobernador de Vermont, Peter Shumlin, que preside la Asociación de Gobernadores Demócratas, dijo que durante un almuerzo de trabajo el sábado se pasaron la mitad del tiempo discutiendo la ley de salud y que el tono fue muy diferente al de años anteriores.
“Antes de las elecciones, era como una pelea de gallos”, dijo Shumlin, refiriéndose al debate sobre la ley durante la campaña del 2012. “Ahora estamos discutiendo formas en las que podemos cooperar”.