PYONGYANG, Corea del Norte (AP) — Un misionero estadounidense preso en Corea del Norte desde hace más de un año fue presentado antes la prensa el lunes y pidió al gobierno de Washington que haga su mejor esfuerzo para asegurar su liberación.
El misionero, Kenneth Bae, hizo los comentarios en lo que dijo fue una conferencia de prensa que solicitó. Bae estuvo acompañado de guardias durante la presentación. Es común que los prisioneros en Corea del Norte digan después de su liberación que hablaron bajo presión en situaciones similares.
Con una gorra gris y el uniforme de preso con el número 103 en el pecho, Bae habló en coreano en la breve presentación, a la que asistieron The Associated Press y otros pocos medios extranjeros en Pyongyang.
“Creo que mi problema se puede solucionar con la cooperación estrecha entre el gobierno de Estados Unidos y el gobierno de este país”, dijo.
Bae, el estadounidense que más tiempo ha estado preso en Corea del Norte en años recientes, expresó esperanza de que el gobierno de Washington haga su mejor esfuerzo por asegurar su liberación.
Dijo que no lo han tratado mal en prisión.
Bae fue arrestado en noviembre de 2012 cuando dirigía un grupo de turistas y fue acusado de delitos contra el estado antes de ser sentenciado a 15 años de trabajos forzados. El verano pasado fue trasladado a un hospital debido a su precario estado de salud.
La presentación ocurre semanas después que Corea del Norte liberó a un estadounidense veterano dela Guerra de Corea y a quien detuvieron por supuestos delitos cometidos durante ese conflicto, que duró de 1950 a 1953.
Medios estatales dijeron que Merrill Newman, de 85 años, fue liberado porque pidió perdón por lo que hizo y que las autoridades también tomaron en cuenta su edad y estado de salud. Tras su liberación, Newman dijo que confesó involuntariamente bajo presión y que en general lo trataron bien.
Corea del Norte ha detenido a por lo menos siete estadounidenses desde 2009, quienes fueron deportados o liberados sin cumplir la condena después que figuras destacadas como los ex presidentes Bill Clinton y Jimmy Carter viajaron a Pyongyang.
Un alto funcionario de Estados Unidos había planeado viajar a Corea del Norte a finales de agosto para discutir la liberación de Bae, pero Pyongyang retiró la invitación a última hora y acusó a Estados Unidos de hostilidad. Algunos analistas dijeron que aparentemente Corea del Norte trataba de ganar alguna ventaja en una disputa internacional sobre su programa de armas nucleares.
“No debemos pensar que Kenneth Bae estaba hablando por sí mismo”, dijo Kim Jin Moo, experto en temas norcoreanos del Instituto de Análisis de Defensa, entidad oficial de Corea del Sur. “La razón por la que Corea del Norte obligó a Kenneth Bae a hacer esa declaración es que quieren un acercamiento con Washington”.