Staff, Agencia Reforma
SANTIAGO, Chile .- Casi un año después, el caso de corrupción que sacudió al Gobierno de Michelle Bachelet vuelve a perseguirle. Natalia Compagnon, nuera de la Presidenta chilena, fue acusada ayer ante un juez de delitos tributarios en el llamado “Caso Caval” –nombre de la empresa inmobiliaria de Compagnon–, por el que fueron imputadas otras 12 personas por su presunta implicación en una trama corrupta.
El juez fijó un plazo de un año para que se investiguen los supuestos delitos, durante el cual Compagnon no podrá salir del país, deberá presentarse una vez al mes en una estación de Policía, y no podrá comunicarse con el resto de los imputados, excepto su socio. Durante la audiencia, la mujer de Sebastián Dávalos Bachelet fue acusada de realizar declaraciones tributarias maliciosamente falsas, así como de implementar procedimientos dolosos para evadir impuestos. Fue en noviembre de 2013 cuando Compagnon, acompañada de Dávalos, solicitó un préstamo de 10 millones de dólares a un influyente empresario en plena campaña electoral de Bachelet. El crédito le fue otorgado al día siguiente de que su suegra ganara la elección en segunda vuelta en diciembre del mismo año.
Compagnon y su socio compraron entonces terrenos agrícolas que luego vendieron en 15 millones de dólares. Las tierras subieron de precio por las gestiones ilegales de otros acusados para cambiar su uso y construir en ellas residencias y edificios. Los acusados restantes suministraron o presentaron facturas falsas para rebajar impuestos y algunos obtuvieron ventajas indebidas dadas sus profesiones. El escándalo estalló el 6 de febrero de 2015, cuando una revista chilena publicó un reportaje sobre la especulación inmobiliaria en la que participó la nuera de la Mandataria.
Sin embargo, de acuerdo con la Fiscalía, el hijo de Bachelet no será investigado judicialmente por tráfico de influencias, porque al momento de pedir el préstamo no era funcionario público. Tras conocerse el escándalo, Dávalos tuvo que renunciar al cargo de asesor cultural del Gobierno. “Desde el corazón quiero decir que han sido tiempos difíciles para mí y para mí familia, muy dolorosos, y que sin duda me han afectado profundamente’’, dijo ayer Michelle Bachelet al borde de las lágrimas.