Georgina Montalvo
Agencia Reforma
Dicen que “el que se enoja, pierde”; sin embargo, pierde no por enojarse, sino porque toma decisiones en ese momento, cuando su coraje está desbordado, coinciden especialistas en inteligencia emocional.
“No es adecuado tomar decisiones cuando uno está bajo el efecto de una emoción ya desbordada porque lo que se bloquea es el pensamiento racional y entonces las decisiones que se toman pueden ser las menos efectivas o acertadas, porque están contaminadas por un efecto de tipo emocional”, señala Gustavo Marín, psicólogo fundador del Centro de Capacitación e Inteligencia Emocional (CCIEM).
“Si estás alterado, vale la pena relajarte y tranquilizarte, y decidir a lo mejor en unas horas o al día siguiente”, agrega Nora Quiroz, maestra en Programación Neurolingüística.
Consciencia
El enojo no es el único sentimiento que se puede desbordar, también la tristeza, el miedo, el dolor, la desesperación, el odio, el orgullo, la ira, entre muchos otros; entonces, bajo la influencia de ninguno de ellos hay que tomar decisiones.
Ser inteligente emocionalmente requiere un proceso de práctica, en el que es necesario reconocer la existencia de las emociones como parte fundamental de la vida e identificar y distinguir cómo se siente cada una de ellas.
El escenario ideal para tomar decisiones es la combinación de la mente racional con la mente emocional. Todo ser humano cuenta con ambas.
Desde pequeños
Para Quiroz, la toma de decisiones de manera asertiva, es algo que se puede practicar desde la infancia y fomentar esa conducta es tarea de los padres.
“Lo importante es enseñar a los hijos, desde bebés, a tomar decisiones, decirles: ‘¿qué te quieres poner?’ y no abrirles el clóset, sino presentarle dos o tres opciones, no más. Y siempre respetar lo que decidan”, ejemplifica.
Si eligen la opción con la que estarán más incómodos, entenderán que todo tiene consecuencias positivas o negativas, agradables o desagradables, pero que de todo se aprende porque después elegirán otro atuendo.
Quienes empiezan a decidir desde etapas tempranas con ese enfoque, es más probable que alcancen madurez emocional conforme crezcan.
Ejercicio
Hacer algún tipo de balance gráfico para tomar una decisión, puede ser útil.
– Dibuje un cuadrado y divídalo en cuatro cuadrantes.
– En la parte superior izquierda escriba:
“Lo positivo de mi situación actual”.
– En la superior derecha: “Lo negativo de mi situación actual”.
– En la parte inferior izquierda: “Lo positivo de mi situación deseada”.
– En la inferior derecha: “Lo negativo de mi situación deseada”.
– Llene cada cuadrante con tres o cuatro puntos.
– Analice y decida.