La decisión de la Corte Suprema de ratificar la tercera “prohibición de viaje” fue otro recordatorio de que estamos en medio de un debate nacional fundamental de nuestro compromiso de dar la bienvenida a inmigrantes, refugiados y visitantes internacionales. Para el Puerto de Seattle, el trabajo junto a personas de todo el mundo es esencial para nuestro éxito, y mantenemos nuestro compromiso de garantizar que nuestra región siga siendo una puerta de enlace mundial vibrante y acogedora.
Ya es hora de reformar nuestro anticuado sistema de inmigración. Debemos: apoyar a los inmigrantes indocumentados para que salgan de las sombras e integrarlos a la economía legal, aumentar las visas temporales para trabajadores, dar la bienvenida a más refugiados y solicitantes de asilo, y reunir a las familias. La mayoría de nosotros puede contar historias de tradición familiar con nuestros padres, abuelos o bisabuelos quienes llegaron a los Estados Unidos en búsqueda de una mejor vida. A medida que reflexionamos sobre nuestras historias de familia, las contribuciones de nuestros antepasados a Estados Unidos resultan obvias. Sin embargo, en lugar de atribuir también a los estadounidenses más recientes lo que ha sucedido con la generación anterior de inmigrantes, algunos en nuestra sociedad eligen demonizarlos y jugar con nuestros miedos. Conjuran historias de delincuentes que cruzan en masa nuestra frontera sur, y se aprovechan de cualquier caso de un inmigrante quien haya cometido un crimen para presentar un panorama de una creciente epidemia de violencia. En realidad, los inmigrantes indocumentados son mucho menos propensos a cometer delitos que los residentes nacidos en el país.
El puerto observa los beneficios de la inmigración todos los días de maneras tangibles y significativas. Nos beneficiamos de los viajeros internacionales quienes utilizan nuestras terminales de cruceros y aeropuertos, y del comercio global que transita por nuestras instalaciones, y que dependen de una fuerza laboral inmigrante: desde los productos agrícolas del este de Washington hasta empresas de tecnología y organizaciones mundiales de la salud que se conectan con clientes de todo el mundo. Damos la bienvenida diariamente a miles de inmigrantes quienes trabajan en las instalaciones portuarias, incluyendo el personal de restaurantes y tiendas, los conductores de taxis y de viaje compartido, los conductores de camiones pesados de carga y los equipos de embarcaciones que sirven en nuestras instalaciones. Recibimos con mucho placer su participación en los empleos de salarios familiares que el puerto ayuda a crear.
El mes pasado, la Comisión del Puerto de Seattle aprobó una nueva política que demuestra nuestro profundo compromiso con los inmigrantes, los refugiados y los visitantes internacionales. Esta sigue proclamaciones similares de la ciudad de Seattle, el condado de King y el estado de Washington, y fue el siguiente paso lógico en nuestros esfuerzos por desempeñar un papel a nivel local y nacional en este asunto. Desde que la orden ejecutiva de prohibición de viajes original del presidente Trump entró en vigencia el 27 de enero de 2017, el Puerto de Seattle se ha enfocado en esfuerzos para garantizar un trato justo e igualitario para todos los viajeros, lo que incluye la presentación de un informe amicus para la primera consideración de la Corte Suprema de una impugnación a esta política. También hemos pedido protecciones legales permanentes para las personas elegibles para el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Deferred Action for Childhood Arrivals, DACA), así como también respaldamos reformas migratorias integrales que garantizarán que la economía de nuestra región y estado tenga la fuerza laboral para seguir siendo competitiva a nivel internacional.
En el Puerto de Seattle, reconocemos que el comercio (el movimiento de personas y bienes entre países) hace más para fortalecer la buena voluntad y la paz que lo que hace cualquier tratado. Unimos nuestras voces a la de los líderes locales, estatales y federales de nuestra región que trabajan diariamente para superar la retórica divisiva y las falsedades descaradas hacia una solución permanente y sostenible, que reconozca que todos nos beneficiamos cuando las personas trabajadoras, talentosas y diversas son bienvenidas a nuestro país con los brazos abiertos.
Esperamos el día en que nuestras comunidades de inmigrantes, residentes refugiados y visitantes extranjeros puedan integrarse y participar plenamente en la estructura social, cívica y económica de nuestra región.
Comisionados Courtney Gregoire and Ryan Calkins
El Puerto de Seattle
www.portseattle.org