Por DEEPTI HAJELA y AMY TAXIN,
Associated Press
NUEVA YORK (AP) — El gobierno del presidente Donald Trump anunció el viernes que cancelará la protección migratoria temporal concedida a unos 57.000 hondureños que han vivido en Estados Unidos desde que un devastador huracán arrasó su país hace dos décadas.
La decisión del Departamento de Seguridad Nacional, la cual ya se preveía, le da a los hondureños amparados por el Estatus de Protección Temporal (conocido por sus siglas en inglés TPS) un año y medio para salir de Estados Unidos o tramitar su residencia legal.
Otras 428.000 personas de diversos países podrían enfrentar el mismo destino, ya que sus TPS también expiran este año y es previsible que no sean renovados.
La protección para los hondureños concluirá el 5 de enero de 2020, dijo Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional.
Trump _ que trata de contener la inmigración ilegal y ha estado aplicando medidas enérgicas en ese sentido_ y sus partidarios han hecho notar que las protecciones nunca fueron permanentes.
Los activistas pro inmigrantes lamentaron la medida y argumentaron que poner fin al TPS hará que la gente que lleva años o décadas echando raíces en Estados Unidos, e incluso tiene hijos nacidos en este país, viva en las sombras.
El TPS fue concedido a los hondureños que huyeron de la nación centroamericana por la devastación causada en 1998 por el huracán Mitch. El fenómeno dejó más de 18.000 muertos y destruyó 70% del territorio nacional.
El gobierno de Honduras lamentó la decisión de Washington. La cancillería emitió un comunicado en el que reconoció que “esta es una decisión soberana de Estados Unidos” pero “la lamentamos profundamente”.
Señaló además que los hondureños “son y serán siempre bienvenidos en su patria ” y que se les “facilitará su reinserción integral a nuestra sociedad”.
“Es una tragedia que crea incertidumbre para muchísimas familias”, aseguró Hugo Noé Pino, expresidente del Banco Central y exembajador de Honduras en Washington.
Indicó que “esos hondureños pasarán a la ilegalidad, no retornarán”, y que “el gobierno del presidente Donald Trump no tiene la capacidad de controlar a tantos inmigrantes”.
El gobierno estadounidense argumenta que las condiciones de vida en Honduras han mejorado, mientras que los activistas dicen que el país centroamericano no se ha recuperado completamente de los estragos del huracán y ahora padece una violencia rampante.
Trump, alegan sus críticos, está añadiendo decenas, si no es que cientos de miles a la cifra de personas que carecen de estatus legal en Estados Unidos.
Marta Connor, una organizadora sindical de 50 años en el sur de California que lleva décadas viviendo en Estados Unidos y tiene tres hijos nacidos en el país, dijo antes del anuncio que no se irá, sin importar cuáles sean las políticas del gobierno.