POR HERGIT LLENAS
“En un mundo ideal, cada estudiante debería tener un plan individualizado de educación”, comentó la licenciada Percell, encargada de instrucción en una vieja escuela situada al noroeste del valle de Las Vegas. “En realidad, en un salón de clases hay niños que van muy rápido y otros que van muy despacio. Mi trabajo como maestra es tratar de llevarlos a todos a la misma velocidad, pero eso es imposible. Los más avispados se aburren y los más lentos se quedan atrás, únicamente le sirvo con efectividad a los del medio, lo cual es contrario al verdadero servicio de mi profesión. Para ser honesta, es casi una falta de servicio”, concluyó la educadora.
Un plan individualizado de educación o IEP (Individualized Education Plan) es un programa (o mapa) diseñado exclusivamente para educar de manera específica a un estudiante en particular.
Dadas las limitaciones congénitas en la estructura del sistema escolar, no se le puede ofrecer a cada niño un IEP, es decir un plan adaptado a sus fortalezas y debilidades. Por eso, hoy día, solo aquellos estudiantes calificados como dotados o aquellos diagnosticados con algún tipo de necesidad especial, gozan de este privilegio. El resto tiene que arreglárselas lo mejor que pueda.
Las familias con varios hijos saben cómo cada uno de sus pequeños es en sí mismo un ser distintivo. Algunos hijos hablan a más temprana edad, otros poseen inclinaciones naturales hacia armar y desamar cosas, unos son más inquietos, otros más dormilones, ¡en fin! De hecho, en la mayoría de los casos, lo que es un incentivo o un castigo para uno, no funciona para el otro.
Asimismo, cuando se trata de aprender, ninguno niño lo hace exactamente igual que otro. Estudios que sirvieron para el desarrollo de la plataforma-herramienta bilingüe Understood.org dicen haber encontrado que el cerebro de uno de cada cinco niños (1/5) aprende por rutas diferentes.
Esta diferencia de funcionamiento cerebral no siempre está ligada a una discapacidad, sino que se relaciona con la forma de procesar y absorber la información. Mientras unos aprenden tocando, otros lo hacen escuchando u observando o repitiendo o una combinación que incluya la participación de las capacidades citadas con anterioridad y otras más.
Sobre esa diferenciación se fundamenta el estilo de enseñanza conocido como Project Based Learning, o sea el aprendizaje basado en proyectos, el cual integra todos los sentidos y la mutua colaboración como principio básico para la instrucción. Este estilo de enseñanza es quizás una de las aproximaciones más acertadas para remediar la problemática de falta de individualización que todavía padecen nuestros sistemas escolares.
Los planes de enseñanza individualizada permiten crear una experiencia de aprendizaje tan única como cada personita. Si viviéramos en un mundo ideal, los IEP deberían ser considerados un derecho, en lugar de un privilegio de unos pocos que son vistos como caso aparte. Entonces, la educación gubernamental podría curarse de la falta de servicio y verdaderamente servir bien a todos por igual.