Agencia Reforma
Cree en la comunicación con los muertos? ¿Considera poco fundamentadas prácticas como el espiritismo o la parapsicología? ¿Le parecen irreales los programas en los que supuestos especialistas se dedican a captar presencias o grabar voces del más allá? Para quienes realizan la supuesta comunicación con personas fallecidas la justificación es sencilla: Jesús caminó y habló después de la Crucifixión con sus apóstoles; de hecho, ellos argumentan en sus textos haber charlado con Cristo tras su fallecimiento. Pero, en el festejo de Día de Muertos, ¿cuáles son algunos de los medios utilizados por las personas y su validez para supuestamente tratar de “comunicarse” con familiares o amigos fallecidos?
Parapsicología
Aunque no desciende del espiritismo, muchos de quienes ejercen la parapsicología regularmente han estudiado psicología o psiquiatría. Como ciencia poco seria que se consideraba en un principio, poco a poco fue abriéndose camino en el contexto de lo académico. El primer paso fue dado en 1882, cuando de la mano de científicos como William Crookes, Charles Richet y Henry Bergson, entro otros, se fundó la Sociedad para la Información Psíquica, en Londres. Dos años más tarde, en 1884, nació la Asociación Americana para la Investigación Psíquica, a la que le seguirían otras asociaciones. En un principio, el estudio de los fenómenos que hoy aborda la parapsicología eran estudiados bajo los auspicios de lo que se conocía con el nombre de metafísica, pero en el Congreso Internacional de Utrecht, en 1953, este nombre fue desplazado por el de Parapsicología.
Espiritismo
De acuerdo con la literatura que habla sobre espiritismo, la práctica del espiritismo ha atraído desde siempre a intelectuales y artistas famosos, muchos de los cuales formaron parte de sociedades secretas, como los Rosacruces o los Druidas. Intelectuales como Ignacio Solares o Enrique Krauze señalan que Madero tomó trascendentes decisiones sobre la vida política del país con base en sus diálogos con supuestos espíritus poderosos que mantenían comunicación con el revolucionario. Uno de sus primeros difusores fue Allan Kardec, quien fundó en París en 1858 la primera sociedad espiritista con el nombre de Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas.
A través del contacto
Para Daniela M., una chica que se dedica a ejercer como intermediaria en sesiones destinadas a la comunicación con los llamados “seres de luz”, hay una creciente demanda o búsqueda de ese “algo”. “La gente quiere creer en algo”, dice en entrevista. “Antes era muy difícil que la gente hablara abiertamente sobre la conversación con su ángel o con seres del más allá. Hoy, estas prácticas están por demás extendidas y se nota ya el auge tan fuerte que tendrá en unos años”. Explica que los “seres de luz” son aquellos como santos, vírgenes, ángeles y maestros o guías. Mientras que los ángeles pueden aparecer o no en las sesiones con la imagen de una persona fallecida (como un familiar o un artista, por ejemplo), los maestros o guías sí pueden ser difuntos, pero que ya “ascendieron”. “Si tú no llegas a ascender”, expresa, “porque aún no habías cumplido tu ciclo en la vida, quedas como una entidad o ente, y andarás vagando y apareciéndote en todos lados. Sin embargo, si ya cumpliste con tu labor en el mundo, se te ofrece en el más allá la posibilidad de volverte un guía espiritual (a través de las sesiones) o uno terrenal (a través de la reencarnación)”.
Las Transcomunicaciones
Creencias señala que se entiende por transcomunicación aquella técnica mediante la que se captan y registran señales que se hacen audibles y visibles, y que son de origen desconocido. Desde 1954, a opinión de los parapsicólogos, se registran por medio de la grabación voces que contestan inteligentemente a preguntas (psicofonía); años después, diversas personas han asegurado captar en monitores de televisión o computadora, imágenes de origen totalmente desconocido (psicoimágenes). De hecho, son frecuentes en Estados Unidos este tipo de prácticas, conocidas como “cazafantasmas”, en las que la gente contrata a parapsicólogos para detectar “presencias” en casas donde, se dice, suceden cosas extrañas. Otro de los medios utilizados es la Ouija, tabla con números y letras cuyo uso es muy extendido ya que a través de ella supuestamente los espíritus se comunican. Hasta el momento, no hay literatura o estudios que certifiquen la veracidad de esta práctica.
Pude que sí, puede que no
Para el psiquiatra Jesús Garza Pérez, la ciudadanía tiende generalmente a llamar fenómenos paranormales a manifestaciones que provienen de la charlatanería o la propia imaginación. ”Hay estudios e instituciones serias en Inglaterra y Estados Unidos donde se estudia a fondo el fenómeno de la parapsicología, que es el área que estudia los fenómenos que, por inexplicables, no encajan en ninguna área científica. Mucha gente tiende a percibir fantasmas, voces, apariciones de vírgenes o santos, pero esto tiene casi siempre qué ver con la imaginación”, dice. Pese a esto, Garza Pérez no descarta la existencia de verdaderos fenómenos, dado que la psiquiatría, disciplina que él ejerce, es tan sólo un gajo de la enorme naranja en la que se encuentran rubros como la psicoquinesis, la telepatía, la ubicuidad y otras expresiones del esoterismo. “El ser humano”, comenta, “siempre ha buscado sus raíces en este tipo de actos, dado que todos traemos el aguijón de la duda y un filósofo dentro que constantemente nos hace preguntas como ¿por qué?, ¿hacia dónde vamos? Para la gente, saber qué hay más allá de la muerte es conocer también de dónde venimos, hacia dónde vamos. ¿No lo cree?”.