Activistas y organizaciones, así como autoridades, piden tomar medidas de precaución para neutralizar posibles agresiones.
Una vez que se conoció la noticia de que Audrey Hale era transgénero, la comunidad LGBTQIA teme ahora ser el blanco de ataques, en represalia.
Audrey Hale, de 28 años, quien al nacer fue registrada con género femenino y que luego se habría autoidentificado como hombre, mató a seis personas en la escuela Covenant de Nashville (Tennessee) , entre ellas a tres estudiantes de 9 años
Susan Maasch, directora de Trans Youth Equality Foundation en Portland, Maine, dijo a Ethnic Media Services: “Ayer nos llamó un hombre que nos estaba gritando. ‘¿Qué vas a hacer con tus donaciones?, ¿los vas a usar para entrenar a niños para matar a niños cristianos?’ Esto fue aterrador. Tenemos niños, familias y organizaciones que temen ser atacadas”, indicó.
Susan Maasch, directora de Trans Youth Equality Foundation en Portland, Maine, dijo a Ethnic Media Services: “Ayer nos llamó un hombre que nos estaba gritando. ‘¿Qué vas a hacer con tus donaciones?, ¿los vas a usar para entrenar a niños para matar a niños cristianos?’ Esto fue aterrador. Tenemos niños, familias y organizaciones que temen ser atacadas”, indicó.
La activista contó que llamó al FBI para denunciar la llamada telefónica amenazante, pero no pudo pasar de una recepcionista. “Hablaré con la Policía local, pero no estoy segura de qué saldrá de eso. Simplemente, no tenemos respuesta”, lamentó.
El FBI y el Departamento de Justicia realizaron una sesión informativa esta semana con organizaciones que apoyan a los jóvenes transgénero, aconsejándoles cómo mantenerse a salvo durante un posible aumento de la violencia contra la comunidad.
“Este es un momento terrible, aterrador e intimidante para las personas transgénero y sus seres queridos”, dijo Maasch. “El hecho de que la persona responsable deltiroteo en Nashville fuera transgénero será usado y abusado por políticos y otras personas”.
Señaló que existe unclima hostil en muchos estados, donde se están “demonizando” a las personas trans, a través de la legislación y la retórica. “Estos son ataques de derecha, de personas desinformadas. Hay una sensación de retroceso”.
Los niños en los “estados rojos” están pasando por un momento particularmente difícil y hay pocos recursos disponibles para ellos, dijo.
Afirmación de género, en riesgo
Maasch habló de la necesidad de atención a laafirmación de género y señaló, por ejemplo, que no existe una cura para la disforia corporal; es decir, para el malestar o el trastorno que experimentan personas trans sobre la contradicción que existe entre su identidad de género y su género de asignación (nacimiento).
“Si no lo tratas, ahí es cuando te pones en peligro. Algunos niños se ponen mal cuando tratas de eliminar su género. Empiezan a perder la esperanza y se deprimen o sufren de ansiedad”.
La atención de la afirmación de género está en peligro de extinción en 11 estados, entre los que se cuentan Iowa y Kentucky. Otros estados que prohíben el cuidado por afirmación de género para menores incluyen a Alabama, Arkansas, Arizona, Florida, Georgia, Mississippi, Dakota del Sur, Tennessee y Utah.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS) define la atención de afirmación de género como un tratamiento centrado en el paciente que alinea los rasgos físicos externos con su identidad de género.
Maasch alentó a los niños que luchan con la identidad de género a a apoyarse en voces calificadas y a comunicar su caso, por ejemplo, con su organización The Trevor Project, que tiene experiencia en la asistencia a jóvenes transgénero. Las personas de confianza, incluidos los hermanos mayores o una tía, también pueden ser una fuente de apoyo, agregó.
La violencia como respuesta
A pesar de las campañas de concientización, muchos jóvenes transgénero siguen siendo víctimas de violencia.
En junio pasado, un estudiante transgénero en Kalama, Washington, tuvo que ser hospitalizado. luego de que fue pateado repetidamente por otro estudiante que usaba botas con punta de acero.
Un adolescente transgénero en Pompano Beach, Florida, denunció haber sido pateado, golpeado y escupido sin descanso dos veces. La primera vez fue cuando estaba en sexto grado.
En marzo, ocho estudiantes golpearon salvajemente a un estudiante transgénero en un autobús escolar de Tulsa, Oklahoma.
Stella Tice, de 22 años, quien creció en la zona rural de Klamath Falls, Oregon, cuenta su experiencia. Pasó gran parte de su joven vida tratando de adaptarse a las normas del género que le fue asignado al nacer.
“Siempre sentí que era diferente a los demás”, dijo Tice a EMS. “Las primeras etapas de la disforia golpean fuerte, especialmente, durante la pubertad. No tenía ningún idioma ni conocimiento para expresarlo”, aseveró. Stella asistía a la iglesia todos los domingos con su familia, así como a las reuniones de los miércoles con un grupo de jóvenes religiosos.
Aunque recuerda que fue intimidada en la escuela, nunca contó nada a los administradores de la secundaria y tampoco a sus padres. “Me incomodaba compartir mis sentimientos, porque me preocupaba ser ridiculizado por mis compañeros”.
Hace 16 meses, con el apoyo de su pareja, Stella comenzó a hacer la transición a mujer. Decírselo a sus padres fue inicialmente duro. “Fue un comienzo difícil, pero definitivamente aprendieron mucho. Vengo de una familia muy unida. Y no querían perderme”.
El hermano mayor de Stella resultó ser uno de sus más fuertes seguidores. “Donde sea que termines, tienes mi apoyo al 100 por ciento”, me dijo.
Stella y su pareja viven en Eugene, Oregon, que tiene una gran comunidad LGBTQIA, por lo que la joven pudo acceder al apoyo que necesitaba durante su proceso de transición. Ahora, ella insta a los jóvenes trans a recurrir a distintas fuentes de apoyo, como los subredits, streamers transgénero de Twitch o los creadores de contenido transgénero de TikTok, con el fin de tener un sentido de comunidad y respaldo.
“Sé que esto es un cliché, pero (así tu situación) mejorará e irá mejorarando”, dijo.
Traducción por Al Día en América