Hay partes y zonas en nuestras vidas que se sienten que están volviendo a la “normalidad”. Las tasas de vacunación están aumentando en los Estados Unidos, muchos trabajadores están regresando a las oficinas y las empresas están reabriendo. Sin embargo, por cada paso hacia adelante, a menudo puede parecer que estamos dando dos pasos hacia atrás. La variante delta, que se está extendiendo rápidamente por Washington, trae una incertidumbre adicional a nuestras esperanzas de dejar atrás la pandemia.
A medida que avanzamos a una siguiente etapa, no podemos olvidar que muchos están combatiendo en silencio con los traumas de los últimos 18 meses. Una de las áreas de trauma que más se pasan por alto después de un desastre o emergencia (como el COVID-19), es la salud mental. Desde que comenzó la pandemia, han aumentado la depresión, ansiedad e insomnio, según lo que las personas revelan por sí mismas.
En un reciente seminario web dedicado a la salud mental, Kira Mauseth, Ph.D. (Co-líder de la brigada de emergencias de salud conductual del Departamento de Salud, DOH) habló sobre los cuatro “ingredientes de la resiliencia”.
La resiliencia se define como la capacidad de las personas para recuperarse de experiencias difíciles. Los cuatro ingredientes de la resiliencia son un conjunto de prácticas positivas de autocuidado que pueden ayudar a las personas a recuperarse después de un desastre. Cualquiera puede practicarlos en cualquier momento. Y usted puede empezar a incorporarlos a su vida diaria.
1. Propósito
La pandemia puede haber afectado su motivación, lo que es normal. Cualquier tipo de interrupción en su vida diaria es indudablemente estresante, pero también ofrece una oportunidad para reorientarse a sí mismo y reorientar sus valores fundamentales.
La Dra. Mauseth anima a las personas a mantenerse fieles a sus valores fundamentales. Identifique lo que le motiva a usted y deje de intentar satisfacer las expectativas de los demás. Haga más cosas que le brinden una sensación de paz y tranquilidad.
2. Estar conectado
Si necesitábamos pruebas adicionales, la pandemia nos hizo comprobar sin duda alguna que los seres humanos somos seres sociales. El COVID-19 ha tenido un impacto muy real en nuestra capacidad para conectarnos física, emocional e incluso espiritualmente entre nosotros. El regreso a nuestra vida social en persona, ya sea en un restaurante o en el lugar de trabajo, es la oportunidad perfecta para comunicarse con otros y compartir nuestras experiencias.
“Nuestros cerebros en realidad no procesan la información positiva con tanta eficacia en este momento”, dijo la Dra. Mauseth,”por lo que es especialmente importante dedicar esfuerzo y tiempo al refuerzo positivo”.
Busque oportunidades (solo en inglés) para demostrarle a alguien que lo aprecia y recompense el buen comportamiento (incluso si esas oportunidades parecen pequeñas). ¿Su hijo adolescente modeló bien el uso de la mascarilla para sus hermanos? Considere darles una pequeña muestra de agradecimiento; tal vez dejar que elijan una película para la noche de cine en casa o que decidan un pedido de comida para llevar de un restaurante.
Y si necesitamos dar un paso hacia atrás debido a las nuevas variantes del COVID-19, tendremos que ser aún más conscientes de permanecer conectados con los demás y usar las estrategias que aprendimos durante esta larga pandemia para evitar aislarnos.
3. Adaptación
Adaptarse significa tener la flexibilidad de cambiar la forma en que reacciona y responde a los desafíos en su vida. Es uno de los ingredientes más desafiantes y difíciles, lo cual significará algo diferente para cada persona.
Adaptarse a esta nueva normalidad puede significar volver a sentirse cómodo con un estilo de vida social, “prepandémico”, o volver al trabajo en persona después de haber estado en contacto virtual durante mucho tiempo. Si esto es algo a lo que se enfrenta, la Dra. Mauseth sugiere abordar el desafío más grande en pedazos más pequeños, haciendo que cada pequeño paso sea un éxito.
4. La esperanza
Cada día estamos más cerca del fin de esta pandemia.
Los tiempos cambiarán.
Nuestra situación cambiará.
Tómese un minuto para recordar estos hechos. Si bien no podemos recuperar algunas de las pérdidas que sufrimos, nuestros sentimientos de ansiedad pueden ser controlados y pueden abrir más espacio para la esperanza.
“A medida que avanzamos en el proceso de recuperación de la pandemia, la perspectiva que usted tiene sobre el duelo y la pérdida y por lo que ha pasado cambiará”, asegura la Dra. Mauseth. “Dese tiempo y espacio para reconocer que dentro de un día, una semana o un mes, tendrá una perspectiva diferente”.
Para obtener recursos, historias personales y consejos de expertos, visite amindfulstate.org. Para encontrar más apoyo para su bienestar mental y emocional, visite coronavirus.wa.gov/wellbeing (solo en inglés) .
Recuerde que usted no está solo. Si se siente estresado o con ansiedad debido al COVID-19, llame a Washington Listens al 1–833–681–0211.
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Una comunicación del Departamento del Salud del estado de Washington