Sophia Vackimes
Coordinadora de Servicios de Emergencia en Español, Ciudad de Renton
El calentamiento global es el alza de temperaturas en todas las superficies de nuestro planeta, tanto sobre continentes—incluyendo la Antártida— el Círculo Ártico, como los mares y océanos. Muchas veces al escuchar las noticias ante las definiciones, y conflictos políticos sentimos confusión puesto que con tanta discusión y negación del problema no queda bien claro por qué es que si el clima se está calentando podemos experimentar nevadas más fuertes durante algunas épocas. Por lo mismo tampoco es fácil entender por qué es que las temporadas de lluvia se alargan y los huracanes son más violentos cada año. Es más confuso aún comprender las similaridades y diferencias entre el clima y los cambios estacionales. Además en muchas partes del planeta hay sensibles diferencias entre el invierno y el verano en otros no las hay; por ejemplo, en los países tropicales no hay cambios tan grandes en temperatura como los hay en otras latitudes debido a que la inclinación del eje del planeta no afecta tanto ahí con el paso de las estaciones.
El asunto es que nuestro planeta es un ente muy complejo. Es de lo más difícil explicar todos y cada uno de los fenómenos que suceden dentro de él y lo es más aún explicar de que manera éstos se interrelacionan. Lo que claro y preocupante es que nosotros los seres humanos estamos contribuyendo a cambios climáticos de manera sumamente acelerada, y lo que le tomó a la naturaleza millones y millones de años en establecer lo estamos impactando negativamente de manera desmesurada.
¿Cómo sabemos esto? Hay muchísima información generada por investigadores y científicos que nos alertan a los abusos humanos al planeta como lo son la tala inmoderada de bosques, el quemar hidrocarburos, y el generar millones y millones de basura y contaminantes que matan a la flora y fauna de los océanos. También existen múltiples comunidades alrededor del planeta que están experimentando cambios violentos al clima causados por esas razones y muchos son ya violentos. Por ejemplo, en plena mitad del Océano Pacífico, los ciudadanos del pequeño país de Kiribati se han visto en la necesidad de comprar islas en otro pequeño país, Fiyi, para asegurarse que su gente pueda inmigrar ahí puesto que sus propias islas ya se ven expuestas a grave incremento del nivel del mar inundándose de tal forma que pronto será inhabitable. Más cerca de nosotros, en los Estados Unidos hemos presenciado como durante la temporada de huracanes una tras otra comunidad se ha visto expuesta al embate de las fuerzas de la naturaleza que—dado al incremento de la temperatura mundial—ha dado raíz a que se las tormentas tropicales que abaten con más y más fuerza las regiones costeras cada año se tornen en eventos extremadamente violentos.
La manera en que cada uno de nosotros puede contribuir a un mejor planeta comienza con pasos sencillos. Comer menos carne y más verduras es una, puesto que la producción de ganado es una de las mayores causas de las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero. No se debe esto solamente a la gran cantidad de terreno que se necesita para que paste el ganado, lo cual lleva al corte alarmante de muchísima área boscosa. También se debe a los gases que generan los animales durante su digestión. Su dieta, altamente basada en pastos tratados con químicos, y el metano que se libera como resultado de su metabolismo, resultan al ser liberados por el ganado en una capa de gases en la atmósfera que impide que el calor que nos llega del sol se refleje hacia el exterior del planeta haciendo que la temperatura del planeta se intensifique de manera alarmante.