BROWN VS. WHITMAN EN ESPAÑOL

María Elena Salinas

Una vez más tuve suerte. Tuve la fortuna no sólo de ser testigo de la historia, sino también protagonista como moderadora del primer debate en español para la gubernatura de California. La republicana Meg Whitman y el demócrata Jerry Brown se enfrentaron en la Universidad Estatal de California en Fresno el 2 de octubre.

El segundo de tres debates fue denominado por algunos medios como el más importante de esta campaña. Estoy de acuerdo. Había grandes expectativas. La gente estaba ansiosa por saber cómo Whitman respondería a las preguntas relacionadas con el hecho de haber tenido trabajando para ella a una inmigrante indocumentada durante 9 años y curiosa por escuchar los primeros comentarios públicos de su rival sobre el tema.

Como se esperaba, las respuestas de ambos al respecto, hicieron titulares en la mayoría de los principales periódicos y cadenas de televisión. De hecho, es probablemente la única parte del debate que originó grandes titulares. Pero lo que algunos quizás han perdido de vista es que este debate era importante no sólo por el caso de la trabajadora domestica, sino porque los candidatos se dirigían a un grupo electoral crucial para su campaña.

Los hispanos representan el 37 por ciento de la población en California y se espera

sean alrededor del 21 por ciento del electorado. En una carrera tan estrecha, el voto latino podría y probablemente será el factor decisivo. Hasta qué punto influye el caso de la empleada indocumentada en el voto latino, está por verse.

La señora Whitman dice que ella no sabía que Nicky Díaz Santillán había presentado documentos falsos para probar su estatus legal. Dijo que la despidió tan pronto se enteró. Fue “la cosa más dolorosa que he tenido que hacer,” dijo en el debate. Ella afirma que consultó con un abogado y no había nada que pudiera hacer para ayudarla. Sin embargo, aunque hubiera habido una manera de poner a su querida ama de llaves en el camino de la legalización, probablemente no lo habría hecho ya que la señora Whitman está en contra de una reforma migratoria integral que daría lugar a la legalización.

En el debate Whitman culpó a Brown de orquestar las revelaciones, Brown replicó pidiéndole que asumiera la responsabilidad. El intercambio estuvo candente y el resultado probablemente se verá en la siguiente serie de encuestas que salgan en esta contienda.

Quienes ya apoyaban a Whitman, seguramente continuaran haciéndolo, y lo mismo ocurrirá con los simpatizantes de Brown. Pero siempre existen indecisos o no sólidos, como los encuestadores a veces los llaman, que sin dudas estaban pendientes de las respuestas de los candidatos sobre cuestiones que les afectan más dramáticamente como comunidad.

En ningún otro debate los candidatos tendrían que responder a la pregunta de cómo van a crear puestos de trabajo que beneficien a los latinos de California, a corto plazo, cuya tasa de desempleo se sitúa en el 14.9 por ciento. Los candidatos tampoco tienen que explicar qué medidas tomarían para ayudar a los latinos que constituyen el 48 por ciento de todas las ejecuciones hipotecarias en el estado o la forma en que facilitarían el acceso a la atención médica para el 30 por ciento de los hispanos que no tienen seguro.

Los votantes latinos quieren saber lo que van a hacer para ayudar a detener la deserción escolar de jóvenes hispanos, que se elevó del 14 por ciento en el 2000 al 19 por ciento en el 2008. Y como van a ayudar a medio millón de estudiantes indocumentados en California para que tengan acceso a la educación superior, apoyando el DREAM ACT. Las preguntas se hicieron, si sus respuestas son adecuadas, es algo que tendrán que decidir los votantes latinos.

La última pregunta de nuestro debate, la más simple de todas, resultó ser la más difícil para que ellos respondieran. ¿Puede mencionar tres cualidades que tenga su oponente para ser un buen gobernador o gobernadora?, les pregunté. “Oh, esa es una pregunta difícil para nosotros dos,” dijo Jerry Brown. Y así fue. El señor Brown dijo que la señora Whitman “es inteligente, es una contrincante fuerte, y que ha tenido un conjunto muy interesante de experiencias laborales.” Tenía 90 segundos y utilizó alrededor de 15 para su respuesta. La respuesta de Whitman fue incluso más corta. “Él se preocupa mucho por California. Él ha tenido una larga carrera de servicio público, y me gusta mucho su elección de esposa.” A continuación, utilizó el resto de los 90 segundos para hablar de lo que ella trae a la mesa.

Los votantes latinos tienen el destino del estado en sus manos, al menos para los próximos cuatro años. Esperemos que ejerzan su derecho al voto y elijan sabiamente.