Por GENE JOHNSON

COUPEVILLE, Washington, EE.UU. (AP)

El joven ladrón que cobró notoriedad internacional con el mote del “Bandido Descalzo” mientras eludía a la policía en lanchas, avionetas y autos robados durante una oleada de delitos que duró dos años, fue sentenciado el viernes a más de siete años de prisión, tras declararse culpable de decenas de cargos.

Colton Harris-Moore, quien tiene actualmente 20 años, no mostró reacción alguna cuando le leyó la sentencia una jueza, quien tuvo clemencia por el hecho de que el joven se había criado con una madre alcohólica y con numerosos novios de la mujer, muchos dipsomaniacos y convictos.

La jueza Vickie Churchill describió que el delincuente había llevado una vida marcada por una “abrumadora ausencia de esperanza”.

“Este caso es una tragedia en mucho sentidos, pero constituye el triunfo del espíritu humano en otros”, agregó Churchill. “Pude haber leído la historia de un asesino en serie o de un joven alcohólico y drogadicto. Ese es el triunfo de Colton Harris-Moore: él sobrevivió”.

La temeraria huida de las autoridades emprendida por Harrys-Moore le significó fama internacional y un acuerdo para que se haga una película con su historia. Las ganancias del filme ayudarán a pagar los daños a sus víctimas, después de que robó una avioneta y la condujo de Indiana a las Bahamas en julio del 2010. Tras un aterrizaje forzoso cerca de un manglar, Harris-Moore fue detenido por las autoridades, en medio de un tiroteo.

Los procedimientos del viernes consolidaron los casos que involucraban a Harris-Moore en tres condados de Washington. Se había declarado ya culpable de cargos federales en Seattle, y será sentenciado por esos delitos a comienzos del año próximo. Sin embargo, se espera que esa sentencia sea más leve que la impuesta por la corte estatal.

Harris-Moore enfrentaba una pena máxima de poco menos de 10 años en el juicio que concluyó el viernes.

“Colton está muy agradecido”, dijo su abogado John Henry Browne. “Esperaba lo peor”.

El fiscal Greg Banks dijo que está satisfecho por la conclusión del caso, y se mostró conforme con la sentencia.

“Puedo entender por qué la gente simpatiza con él”, dijo Banks. “Pero aún así, se trata de una condena significativa para alguien que nunca ha estado en el sistema carcelario de los adultos”.

Esposado y con el uniforme anaranjado de presidiario, Harris-Moore habló en la corte, mediante una voz apenas audible, al declararse culpable.

En una declaración entregada al juez, dijo que no le desearía la infancia que tuvo ni a su “peor enemigo”.