Ante el miedo de la deportación, padres de familia hacen planes para los niños que se podrían quedar atrás

Por Lilly Fowle

Migrantes indocumentados se preparan para lo peor, designando tutores para sus niños.

El gobierno de Trump lleva semanas amenazando con mandar a oficiales de inmigración a detener a migrantes indocumentados masivamente y deportarlos. Funcionarios han dicho que las redadas se enfocarían en personas que han recibido órdenes de deportación, pero que migrantes indocumentados que estuvieran en el lugar incorrecto en el momento incorrecto también podrían terminar siendo detenidos y deportados.

El domingo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos comenzó a cumplir la amenaza, realizando arrestos en varias ciudades del país. Aunque pocos arrestos han sido reportados por el momento, funcionarios han dicho que las redadas continuarán durante la semana.

Las redadas planeadas pueden ser el esfuerzo más intensivo por parte del gobierno de expulsar a migrantes sin papeles del país hasta la fecha, pero el presidente no ha dejado de hacer amenazas similares desde el día en que dio inicio a su campaña presidencial en 2015. Esta retórica ha sido constante desde entonces, y las deportaciones van en aumento, aunque todavía no alcanzan las cifras vistas durante los primeros meses del segundo periodo del presidente Barack Obama.

El gobierno ha sido objeto de dura crítica por separar a niños de sus padres en la frontera sur de acuerdo a la política de cero tolerancia del gobierno de Trump. Sin embargo, migrantes que ya se han establecido en los Estados Unidos pueden estar a riesgo de otro tipo de separación familiar. Algunos son padres de ciudadanos norteamericanos, niños nacidos en los Estados Unidos que nunca conocieron una vida en otro país y que desean quedarse aquí.

Muchos defensores de los derechos de los migrantes se preguntan, ¿Qué pasará con los niños cuando sus padres estén lejos?

Esta fue la pregunta de Chach Duarte White, abogada de Legal Counsel for Youth and Children, luego de la investidura de Trump.

White dice que les preguntó a defensores de los derechos de los migrantes, tales como Jorge Barón del Proyecto para los Derechos del Inmigrante, cómo los padres podrían prepararse para una posible deportación, especialmente en lo que concierne lo que pasaría con sus niños.

“Y él me dijo, bueno, no hay plan”, explica White. Los padres deportados podrían no saber inmediatamente lo que ha sido de sus hijos. Algunos niños podrían terminar en custodia de agencias de protección de los menores y tener que hospedarse en hoteles o vivir en hogares de acogida. Las leyes federales disponen que un niño puede ser adoptado después de 15 meses de estar en custodia del estado.

Un estudio realizado en 2017 reveló que de 2001 a 2015, el porcentaje de niños latinos aumentó en un 15%, llegando a 21%, debido la aplicación intensificada de las leyes en materia de inmigración.

Las preocupaciones por el destino de estos niños van en aumento a causa de informes de que el gobierno federal ha perdido el rastro de algunos niños recientemente separados de sus padres en la frontera. Y la reunificación de algunas familias ha sido obstaculizada por el hecho de que las autoridades desconocen en qué centro de detención de menores o centro de acogida de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del gobierno federal se encuentran los niños. El gobierno tiene detenidos actualmente a aproximadamente 12,000 niños migrantes.

Según White, “Muchos de nosotros estábamos tratando de ver lo que podíamos hacer al respecto”.

Junto a la Asociación de Estudiantes de Derecho Latinos/as de la Universidad de Washington, la Asociación de Estudiantes de Derecho Latinx de la Universidad de Seattle, el Northwest Justice Project, el bufete Perkins Cole y otros, White comenzó a crear lo que llama un “paquete de seguridad” para ayudar a los padres a prepararse para una posible deportación.

El propósito principal de estos paquetes, que constan de 34 páginas de documentos a firmar ante notario público, es designar un cuidador para niños que podrían quedarse en los Estados Unidos luego de que su padre o madre se ve obligado a regresar a otro país.

“Idealmente, sería alguien que pueda ir a buscar y cuidar al niño o niños inmediatamente si usted va preso, para así evitar que sean colocados en agencias de protección de menores y/o hogares de acogida”, reza una página del paquete.

White explica que tomó varias semanas crear una versión de los paquetes de seguridad, que luego fueron traducidos a varios idiomas. Es importante señalar que expertos legales aconsejan llenar los documentos siempre en inglés para que las autoridades puedan seguir las instrucciones. Los paquetes de seguridad fueron creados en 2016, pero después fueron actualizados para incluir los datos de los consulados de países adicionales luego de que el gobierno de Trump ordenó restricciones para viaje de cinco países de mayoría musulmana.

Para animar a los padres de familia a participar, White ha colaborado con organizaciones de defensa de los migrantes de distintas partes del estado, tales como El Centro de la Raza. Distritos escolares y iglesias también han hecho esfuerzos por avisar a los padres. Y defensores de los migrantes y expertos legales, tales como Colectiva Legal del Pueblo en Burien, han organizados clínicas en áreas con importantes poblaciones latinas en las cuales han conversado con familias que podrían necesitar estos paquetes.

White recomienda que los profesionales que ayudan a las familias a llenar las formas tengan una caja de pañuelos a la mano, ya que muchos padres de familia se angustian solo de pensar en la posibilidad de verse separados de sus hijos.

Con todo, White y otros defensores dicen que no necesariamente es fácil convencer a los padres indocumentados para que llenen y firmen las formas. White explica que muchas veces tienen “una reacción muy nerviosa y afligida”.

Además de sus temores por las eventuales consecuencias indeseadas de llenar las formas, algunos padres de familia no consiguen encontrar nadie que esté dispuesto a asumir la responsabilidad de cuidar a sus niños en su ausencia, particularmente porque el cuidador designado debe tener una situación migratoria legal en los Estados Unidos. En otros casos, la persona a riesgo de deportación podría tener un cónyuge que ya fue deportado, lo que complica todavía más los trámites con respecto a los niños cuando se requieren las firmas de ambos progenitores.

La designación del tutor debe ser temporaria, con la idea de que los padres regresen finalmente al país o el niño sea enviado al país de deportación. Y los documentos son detallados. Incluyen información sobre inmunizaciones, la toma de decisiones religiosas, si se permiten los piercings y los cortes de pelo, y otras decisiones parentales en caso de que la madre y el padre estén ausentes durante meses o todavía más tiempo.

En las instrucciones de los paquetes de seguridad, se aconseja a los padres hablar con sus niños de los planes de emergencia, y que los niños lleven una copia con ellos, posiblemente en la mochila.

Crosscut habló con una madre de tres chicos en Maple Valley que había preparado paquetes de seguridad para dos de ellos. Su hijo mayor, un profesor, es beneficiario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Pero sus otros dos hijos nacieron en los Estados Unidos. Como ella y su esposo, un supervisor de mantenimiento de apartamentos, son indocumentados, han hecho arreglos para que los niños puedan permanecer en el país bajo la supervisión de un tío en caso de su deportación a México. Los padres pidieron quedar en el anonimáto.

La madre, que lleva 13 años trabajando el turno de noche en McDonald’s, dice que se preocupa en especial por su hijo menor, 14 años, a quien se le ha diagnosticado trastorno por déficit de atención con hiperactividad luego de meterse en problemas en la escuela. Además de asistir a terapia, el chico toma dos medicamentos cada día.

“Resulta aterrador”, dijo en una entrevista realizada en español en su apartamento de tres cuartos. Explicó que, si no hiciera estos arreglos, sería como si “regalara sus niños”.

“No tengo miedo de que me atrapen a mí”, dijo, refiriéndose a ICE. “Pero sí tengo miedo por mi familia”.

White estima que cientos de familias de Washington han completado los paquetes de seguridad. Abogados de inmigración y defensores de los migrantes, tales como el Shriver Center on Poverty Law, han mostrado interés en las formas también, diciendo que quisieran crear versiones para usar en sus estados.

Esta historia fue publicada por primera vez en crosscut.com.

Una madre de tres chicos en Maple Valley se preparó para la posibilidad de la deportación llenando un “paquete de seguridad”. (Fotografía: Matt M. McKnight/Crosscut)

Una madre de tres chicos en Maple Valley se preparó para la posibilidad de la deportación llenando un “paquete de seguridad”. (Fotografía: Matt M. McKnight/Crosscut)