Al crecer, Abigail Colmenares se sintió desanimada por sus maestros. Ella creía que la habían despedido por su cultura y herencia latina.

Pero Colmenares supo desde muy joven que “quería ser algo grandioso”.

“Siempre dije que desde los 7 años iba a ser médico”, dijo la alumna de Highline College de 20 años.

Ahora, después de haberse graduado de Highline College en el invierno de 2019 con un título asociado en biología, Colmenares está matriculado en la Universidad de Washington para estudiar bioingeniería.

Y ella le da crédito a Highline College por ayudarla a recuperar su autoconfianza para llevarla a donde está hoy.

“Siempre pensé que la escuela era algo que iba a separar a las personas”, dijo Colmenares, que vive en la frontera de Auburn y Federal Way. “Como ‘Oh, porque eres latino, no vas a ser tan bueno como …’ Entonces, fue desalentador. Pero cuando llegué [a Highline] fue una aceptación diferente. Fue como un nuevo despertar. Todos aquí son súper amables “.

Aunque Colmenares tuvo dificultades para trabajar en dos empleos para pagar la universidad y darse cuenta de que necesitaba trabajar en su gestión del tiempo y sus hábitos de estudio, dijo que apreciaba la diversa población estudiantil de Highline y la forma en que fue tratada.

Instructores, como Melissa Moehlig, instructora de química, y Terry Meerdink, su instructora de matemáticas, demostraron que se preocupaban por ella y le enseñaron a estudiar. Mientras Osure Brown, coordinador de retención del Programa de Matemáticas, Ingeniería, Ciencia, Logros (MESA por sus cifras en ingles), la ayudó a encontrar una manera de manejar su vida ocupada.

De hecho, fue en MESA donde dijo que encontró a su comunidad en Highline College. Con el tiempo, Colmenares pudo dejar su segundo trabajo y convertirse en embajadora estudiantil del programa, que atiende a estudiantes subrepresentados, incluidas mujeres y personas de color, en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

“Cada vez que voy allí, todos me conocen y yo los conozco y es realmente genial”, dijo.

La pasión de Colmenares por la ciencia proviene de su deseo de ayudar a los demás. Ella dijo que tiene dos caminos que le interesan seguir después de la universidad, que es ingresar a la medicina o permanecer en el camino de la bioingeniería y realizar investigaciones sobre la diabetes.

“Mi familia tiene antecedentes de diabetes y siempre ha sido un problema recurrente no solo para mi familia, sino también fuera de mi familia”, dijo, y señaló la prevalencia de la enfermedad en los Estados Unidos hoy. “Estaba pensando que una vez que desarrolle [soluciones o una cura para la diabetes] podría llevarlo a mi pequeño rancho en México porque, en mi rancho, no tienen clínicas allí y el hospital más cercano está a dos horas de distancia”.

Colmenares explicó que el “pequeño rancho” se encuentra en un pequeño pueblo en el que creció su padre, pero ella lo considera suyo porque visita el rancho a menudo.

Pero, hasta entonces, ella espera unirse a varios clubes STEM, estudiar para su especialidad y elegir una menor. En este momento, está considerando la ingeniería mecánica o “tal vez una electiva divertida”, como matemáticas, coreano, inglés o español.

“También estaba pensando en neurología, pero pensé,” Tal vez eso es demasiado en mi carga “, dijo, sonriendo.

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